miércoles, noviembre 03, 2010

El mundo contra Jessica Parsons


Para Collin dormir es perder el tiempo. Esta noche no lo ha perdido mucho. Siempre trata de no perderlo, de dormir poco. Y, por fin, en la input session llevada a cabo por Jane Colprit, pudo decirlo a la clase entera, como declaración personal, como rebeldía. Cuando Collin levantó su voz en el ejercicio número tres y dijo que dormir era perder el tiempo se hizo un pequeño silencio. ¿Se trataba de aturdir a los demás? Jessica le miró por encima de sus gafas, intuyendo que algún día podría decirlo a alguien para impresionar. En Connecticut no se decían cosas así, sonaban a profundas, a locura en el centro comercial. Pero en Praga, en el contexto de un curso de inglés quizás tenían algún sentido. Para Jessica, que llevaba un vestido negro con un lazo inmenso a la altura del ombligo, la declaración de Collin la sumergía en un mundo de bohemia. Y para Jane Colprit, que daba la input session de gramática no le provocó sino una ligera sonrisa. Para ella todas las respuestas eran válidas, todas le hacían brincar. Jane tiene muelles en las rodillas, es difícil saber con certeza su altura porque cuando no está brincando está tomando impulso. Los muelles se los pusieron cuando decidió dedicar su vida a la enseñanza infantil. Era necesario caminar dando jocosos saltitos para realizar los juegos en clase y su excesivo amaneramiento provenía del mismo lugar al que recurren los adultos sabedores de que para hacerse entender por los niños tienen que volverse ellos mismos un poco retrasados, hacer uso constante de sonrisas desalmadas, mostrar una excesiva energía, celebrar cualquier respuesta, aunque fuera equivocada. Así cuando Collin declaró que dormir era perder el tiempo, Jane no varió su sonrisa, sólo decayó un poco por las comisuras, avanzando de las comisuras hasta el centro de los labios como a veces avanza la muerte empezando por los pies. No es que Jane no aprobara la declaración, simplemente no se la esperaba y le costó lo suyo volver a recuperar su aspecto ficticio de animada contorsionista. Pero apenas retomó su personalidad fingida dio otro brinco, recuperó por entero su extraña sonrisa y juntando las manos en una palmada exclamó: A waste of time, good! What about you, Jessica? Y Jessica, que se veía en la coyuntura de sacar de su pasado una respuesta tan original como la de Collin, sintió ganas de llorar, una ligera náusea, un pequeño suicidio. ¿Por qué se había ido de Connecticut para meterse en ese curso? ¿No estaba, acaso, su vida ligada estrecha y únicamente a los centros comerciales, a los helados, a los Jelly Beans y al mundo de las propinas obligadas en los restaurantes? ¿Qué podría responder ella a lo del sueño que pudiera impresionar? A ella le gustaba dormir, lo necesario. No destacaba por lo mucho ni por lo poco. No amaba ni odiaba el sueño. Es más, ni siquiera se acordaba de lo que había soñado. Jessica respondió cualquier cosa, y también fue válido para Jane, que dio otro brinco de alegría, esta vez menos ficticio ya que su sonrisa no se vio mermada por una respuesta no esperada y la clase volvió a fluir de la manera antinatural con la que había empezado.

6 Comentarios:

Blogger Mondragón de Malatesta dijo...

Con esto, esperemos pues, ser viejos, en todos lados. Excelentes cortos.

4:43 a. m.  
Blogger Sabina dijo...

me gustó mucho... andaré por acá, saludos.

5:59 a. m.  
Blogger Gato Pardowski dijo...

Le agradezco su visita, el tiempo y los comentarios.
Hoy no, por que la noche me ha inundado demasiado pronto con su fría penumbra, pero le leeré. Se lo aseguro.

Un abrazo...

7:49 a. m.  
Blogger Thiago dijo...

Que bueno que has vuelto, cari... y con la calidad de siempre, jaaj


Bezos.

9:29 p. m.  
Blogger Thiago dijo...

ja Tienes razón en que los adultos que juegan con niños parecen retrasados.... no sé que pensarán los niños cuando los ven haciendo esas idioteces, jaaj


Bezos.

10:08 p. m.  
Blogger Silvi Rivoira dijo...

Todos tenemos un poco de Jessica parson ...

11:28 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home