viernes, enero 07, 2011

Mujer insulsa sobre las vias del tren


Olaf es el colmo de la tristeza, cuando sonríe lo hace para practicar un poco de deporte, luego se cansa y vuelve a su rictus de agonía. Me llama dos veces al día por teléfono y de vez en cuando se presenta en casa.
Dice que soy el amigo más cómodo que tiene. Empieza preguntándome cómo estoy y cuando le respondo que estoy bien, aprovecha para enlazar mi respuesta con algo que no tienen nada que ver con ella.
- Menos mal que alguien está bien, yo tengo un dolor de cabeza horroroso y es que hoy he visto cómo una señora se tiraba a la vía del tren. Por suerte no pasaba nadie, quiero decir que no pasaba ningún tren. La gente hace eso para eludir, creo, para eludir tareas y es que yo tengo muchas cosas que hacer, me lo ha recordado la señora, pero a mí no me da por tirarme a cualquier sitio y mucho menos a un lugar donde más que nada voy a llamar la atención... Mira, en esa vía no pasaba ningún tren, estaba anunciado en todas las columnas. Seguramente, ella diría o pretendería no haberlas visto pero a mí no me la pega. Se tira con la cosa del qué triste mi vida y qué sola me encuentro. Un grito final, decisivo y…señora sobre las vías. Nadie se ha inmutado. Incluso un hombre que leía el periódico no ha levantado la vista ni un momento. A la gente no le importa nada aparentemente. No digo que la señora tuviera que tener todas las miradas encima, eso es muy incómodo, pero, si no las quería tener, ¿por qué se tiró? Es más, ¿por qué se tiró a una vía fuera de servicio? Disponía del otro carril donde hubiera sido aplastada por el tren local en cuestión de dos o tres minutos. ¿Te imaginas el aburrimiento del suicida que espera, no a que el tren pase por la estación, sino a que pase por su propio cuerpo? Y no sólo el aburrimiento, sino la espera. Yo creo que cuando uno decide acabar con todo es porque ha obedecido una de esas órdenes inesperadas que nos da el cerebro. Una cosa así no puede improvisarse. Prueba de ello es que la señora tenía un paquete dentro de una bolsa, seguramente iba a llevarlo a algún sitio. Pongamos que era un regalo de cumpleaños. Pues bien, debió de haberse levantado pensando que iba a desayunar, cagar, darse una ducha, vestirse, comprar el regalo, bajar al metro y tirarse al tren. No lo veo muy real. Planearlo así, a lo macabro, forma parte de otro tipo de personas, de otro tipo de morirse: el suicidio con nota. El suicidio es un pensamiento pasajero, instantáneo. De repente, la señora se siente absurda siendo señora con una bolsa regalo. Pensaría, ¿a quién regalo yo esto? ¿con motivo de qué? ¿Acaso a mí me han regalado en vida cosas? No, seguiría pensando, yo soy absurda; si hubiera aquí un espejo reflejaría mi absurdidad. ¿Qué hago? Ahora, en cuanto llegue el tren me tiro. Pero no, no se tira porque ya ha tenido que planearlo y eso no se planea. Se siente y se hace, instantáneamente. Pero la absurda señora (estoy de acuerdo en que la pobre era un registro en la nada) lo pensó y decidió en un momento equivocado y en un lugar equivocado. ¿Qué es lo que hizo? El ridículo, eso es. En cuanto ha caído, la gente se ha sorprendido (menos el hombre del periódico). Durante unos segundos ha sido alguien-algo sobre los raíles. Después un operario grita: "Señora, salga de ahí o le morderá una rata". ¿Puedes creer que ha subido al andén como alma que lleva al diablo por miedo a la mordedura de una rata? ¿Una persona con ese miedo a una simple mordedura no le teme a la muerte? La verdad es que el operario tampoco estaba en su juicio, ¿no veía que era una señora con desespero? Sí, todos tememos a la muerte, incluso los suicidas. Ya te digo, en cuanto pasa ese momento fugaz, quiero decir, si se supera, entonces ya no hay resolución, sino miedo. Decides tirarte, lo haces y acto seguido te arrepientes: el miedo. Y eso me hace pensar en muchas cosas de la vida, como en mi trabajo. Yo también soy un ser absurdo. A ver, ¿qué me motiva a mí seguir viviendo? Hago siempre lo mismo, no tengo ideales (porque no me digas que lo mío son ideales. Todo lo he copiado de lo poco que he leído). Entonces, podría darse en un momento de mi vida, por más relajado que me encontrara, que decidiera acabar con todo y tirarme. ¿Qué me lo impediría? Creo que perdemos conciencia de nosotros mismos, no nos sentimos ni nos imaginamos. Nos convertimos en eso, en un registro en la nada, en un bulto hueco. Necesitamos un espejo, algo que nos verifique que por lo menos tenemos una apariencia. Pero no hay espejos e imaginamos una apariencia desastrosa, una cara que todos miran, aunque nadie mire, da igual, no me refiero a una mirada física o directa, sino a sentimientos solapados, no sé si me entiendes. La mujer en cuestión se sentía observada, lo noté cuando empezó a mirar de un lado a otro, intentando desviar las miradas que imaginaba o enfrentarlas con los cabos rotos y eléctricos de sus nervios. Debo confesar que he sentido lástima hacia la bolsa. Una estupidez, dirás, pero es que entonces, la señora se sentía una cosa y ponía tanto empeño en serlo que la vi siendo cosa, como su bolsa o como algo inseparable de ella. Ha sido horrible. No pude dejar de discriminar y resolví sentir un extraño afecto hacia su regalo a costa de no ser ella nada para mí (digo yo que era un regalo, posiblemente era otra cosa). ¿Alguna vez has llorado por algo? Y digo por algo, que no por alguien. Yo tenía un compañero de escuela que lloraba por las jaulas y no por los canarios. Decía que las jaulas estaban más prisioneras porque eran la misma prisión, algo que no puede escapar de sí mismo. Le tomé por loco y me junté con otros compañeros, con los sanos, pero la idea de la jaula me venía constantemente a la cabeza. Tenía su sentido. No le dije a mi amigo que aceptaba su idea. No se lo dije y no volví a tratarle. Cuando se fue de la escuela, aproveché para desarrollar y exponérsela a los demás: la hice mía. Es muy normal robar teorías porque el ladrón de teorías sabe perfeccionarlas. Volvamos a lo que ha sucedido hoy (que no me ha sucedido a mí, sino a la señora a la que, a su vez, no le ha sucedido nada). Ella, la supuesta suicida, tenía una idea o algo le ha invadido la mente. Esa idea me la ha transmitido a mí: No soy nada, no me siento, tengo miedo y me tiro. Yo, que en este caso, sería el ladrón de la idea original, se la copiaría añadiendo algunos datos filosóficos. Te preguntarás que qué importará la filosofía si lo que va uno a hacer es arrojarse al tren. ¿No hay gente, acaso, que deja notas antes de morir? ¿Cuál es el fin de dejar una nota? El de transmitir una idea, quién sabe, para que alguien la curta, le dé relieve, forma, en fin, quiero olvidar todo esto. Y tú, ¿qué tal el día?
- Bien…
- Mira, la ciudad me tiene cansado. Me gustaría irme a vivir al campo, que nadie me viera. Estoy harto de que la gente nos mire. ¿No sientes las miradas sobre tus espaldas? A eso se le llama sexto sentido. Por eso muchos sabios se retiran a vivir en soledad. Aquí no puedo sentirme solo, lo más que puedo hacer es imaginarme que lo estoy, pero, ¿realmente lo estamos? De repente, se oye un grito en la calle (y eso que nuestro barrio es silencioso, ni te digo cómo será el centro). Pues bien, ese grito implica algo, es un mensaje, algo que no te deja descansar porque la ciudad no quiere tenerte ni pensar. Un ejemplo claro de esto es la señora de la que te hablaba. Ella dejó de pensar un segundo: únicamente un segundo en blanco, sin nada. ¿Y qué es lo que ha venido a ocupar ese espacio en blanco? La muerte, el suicidio, el desastre. ¿Qué ha sido lo que ha interferido su descanso? Las miradas de los otros. Temo que un día me pase a mí lo mismo. Hemos de tener la mente constantemente en movimiento, Romek, a la que se detenga estamos perdidos: nos invade el enemigo. Toda esa gente bien vestida, muy bien, son enemigos. Y esas sonrisas tan bien definidas, esos "perdón" cuando te empujan, esos son los indicios de que molestamos. Por eso tú no sales a la calle y haces bien. Deberías decirme en qué has estado pensando, por lo menos alguien me contaría algo positivo, porque lo que es yo, lo único que puedo hablarte hoy es de la muerte de una cosa con bolsa que no ha sido muerte ni ha sido nada. Dirás que soy cruel pero más cruel ha sido ella engañándonos. Ella, la señora, en el fondo es como todos, como todos aquellos que nos miran sin mirarnos, que nos atacan sin tocarnos. De otro modo, ¿por qué iba a burlarse de nosotros así, tirándose a una vía fuera de servicio? ¿Quién se ha creído que es o quién se cree que somos nosotros (si es que somos algo) para intentar atraer nuestra atención hacia una acción tan absurda como cobarde? Si te soy sincero, te diré que cuando hacía el esfuerzo de subir me han dado ganas de pisarle los dedos, esos dedos que se aferraban a la vida. Me he colocado sobre ella mirándola directamente a los ojos y diciéndole sin palabras que su vida podría depender de mi decisión. Está claro que no ha tenido miedo porque sabía que lo único que podría atropellarla sería un operario. No me extrañaría nada que mañana fuera diciendo a las amigas que ayer se tiró a un operario del metro en lugar de decir que se ha tirado a la vía y no dejaría de ser del todo falso porque de haber estado veinte metros hacia uno de los lados ya habría caído sobre uno de ellos. Bueno, te decía que la miraba sin compasión alguna, como queriéndole transmitir que lo sabía, que lo sabía todo y que tenía que pagar con auténtica muerte su farsa. Verdaderamente me he sentido un monstruo y al final la he ayudado a subir. En ese preciso momento, cuando me ha dado la mano y yo estaba tirando de su brazo, levantando ese cuerpo lleno de venas y de vida, pasaba el tren por la vía contigua. Si hubiera levantado a la cosa esa con suficiente fuerza habría salido volando y ahora estaría bajo las ruedas metálicas del tren local. Por supuesto no lo he hecho, no me mires así. Bastaría uno de esos instantes que tiene el cerebro en el que decide hacer lo que irremediablemente se va a arrepentir después, se hubiese apoderado de mi mente. Todo ha acabado de un modo feliz: la señora ha recuperado su identidad y se ha ido. La señora, sin duda alguna, ha sido víctima de su imagen, ¿no crees? Pero dime, ¿qué tal te ha ido el día por aquí?
- Bien -le respondo-

27 Comentarios:

Blogger theodore dijo...

Creo que voy a robar al ladrón. La idea de las jaulas me ha llegado bien dentro y pienso hacerla mía. No te extrañe que acabe mandándote un par de correos al día para contarte todo lo que me ha sucedido y cómo lo he interpretado. A ver si de verdad eres tan cómodo :-P

Estupendo, una vez más.

Besos

3:24 a. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Pues me encantaria, Theo
Te note a faltar :) Gracias

3:32 a. m.  
Blogger El Drac dijo...

Esos pensamientos creo que nos atacan a los que solemos escribir sobre utopías, sueños, y cosas inalcanzables; es que la realidad es...tan violenta!! Un gran abrazo

4:43 a. m.  
Blogger Edgard Verygay dijo...

Lo veo como un dibujo de Escher.- Dos ideas diferenciadas, unidas por un punto de forzada continuación disimulada.- El mismo elemento se repite al final, para completar el disimulo.- Realmente magistral.-

Un abrazo fraterno.

5:20 a. m.  
Blogger Merche Pallarés dijo...

Sugeriría a los posibles suicidas que NO se tiren a las vías del tren. Que se suiciden con pastillas porque no saben los trastornos que eso acarrea... Trenes parados durante horas, los pasajeros pacientemente esperando, llegando tarde a sus destinos, perdiendo otros trenes, aviones, barcos... Aunque menos mal que esa señora se tiró a una vía muerta. Besotes, M.

5:56 a. m.  
Blogger Una dijo...

Jo con Olaf, como para devolverle las llamadas.
Menos mal que tenemos el botón "off" de la cabeza para dejar de escuchar, sino...es para saltar a las vías del tren después de cada visita suya.

6:14 a. m.  
Blogger ✙Eurice✙ dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

9:02 a. m.  
Blogger ✙Eurice✙ dijo...

El suicidio al contrario de lo que piensa la gente, es un acto meditado, lo que sucede de improviso es la acción irrevocable de ejecutarlo...otra cosas, son las llamadas de atención. Ella de una forma si lo consiguió, cuando le aterrorizó saber que habían ratas,(fobia comúnmente asociada a las mujeres, cosa que detesto, las fobias no tiene nada que ver con el sexo del que las padece), llamó la atención de ese que tuvo el impulso de lanzarla a la otra vía, de haber sido yo, quizá mi impulso sádico hubiera sido pisarle los dedos, sin embargo si ejerces el control no lo haces, te acercas para ser solicito y ayudar a alguien, hecho que en si mismo es otra llamada de atención...la suicida y el salvador, cientos de veces, se produce este hecho en la vida real
Ejercemos el control cuando nuestro cerebro ávido de nuevas sensaciones nos incita a experimentar en campos no aptos para el concepto de lo que se ha dado en llamar normalidad humana.
La jaula es una metáfora en si misma, no hay nada más triste que ser un objeto creado para la privación de libertad de otro, por eso "pobre jaula", es como los cajones donde se amontonan los recuerdos,
"pobres cajones", condenados a albergar los sueños de otros,los objetos, la ropa; han sido creados para ocultar a los ojos de los demás esos sueños, objetos, ropas y encima les echan una llave para quedar presos en el absoluta oscuridad y silencio.
A mi el único suicidio que me preocupa es el de las ideas colectivas.
Puede que me apropie de la idea de Theo y te escriba una vez al día ;).Si todos tomásemos su ejemplo, sufrirías una avalancha de email en tu bandeja.
Tu puedes con eso ¿verdad Dubczek?.
Sin embargo no lo voy hacer, por que nunca me apropio de las ideas ajenas, soy fiel a mis propios impulsos e ideas.
Elimine el comentario anterior, por que sentí el impulso de extenderme más.

9:15 a. m.  
Blogger Thiago dijo...

jaj por dios que divertido... dan ganas de rematar a la señora y a tu amigo,ya de paso... Es que hay que ver, tirarse a una vía de servicio abandonada, por donde no puede logicamente pasar un tren tiene algo de fracaso, de fracaso de la vida y de la muerte....!. Esta buena señora tendría que leer la guía Tab. Me ha encantado la imagen de la gente contemplando a la pobre señora seguro que pensando: "Aquí está la señora esta que se suicida todos los días, pero que se suicida muy poquito" jajaja

Dicen que para evitar el suicidio lo mejor es pensar en él, pero esta señora no ha pensado mucho... ¡acabará suicidandose, jaaj!.


Bezos

12:27 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Hola, Drac. La realidad suele ser bastante ideal. Yo dudo de ella. Un abrazo :)
Interesante este Escher, Edgar, no lo conocía :) Un abrazo
Merche: Yo diría que el que se tira a las vias del tren ya piensa en eso de los retrasos. Es posible que lo haga por eso, incluso jeje Un abrazo
Aina, Olaf es de los que te encuentran tarde o temprano. Hay gente que todo lo pierde y gente que todo lo encuentra.
Eurice, tú escribe lo que quieras que para eso eres mi diva :) El noventa por ciento de estos supuestos suicidas están necesitados de atención. ¿Cuántas veces no hemos oído eso de "intenté suicidarme"? Es absurdo. Lo que intentaron fue llamar la atención y pasarse la vida amenazando a los demás con esa frase. Un beso, hermosa.
thiago, queres suicidarse y no conseguirlo debe ser mucho peor que el peor de los fracasos. Y que quieras suicidarte sin morirte para llamar la atención todavìa más. Y que, sin lograr atraer miradas y sin lograr el propósito de morirte encima el ùnico que quiere salvarte quiere matarte de verdad ya es el colmo jejej. Un besazo

1:23 p. m.  
Anonymous JotaPe dijo...

Gracias por tu post Romek. Muchos saludos! :D

2:59 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

De nada, JotaPe :) saludos para ti también, gracias por pasar por aquí

3:26 p. m.  
Blogger Merche Pallarés dijo...

Pues si lo hacen por eso ¡son unos desalmados, hijos de puta, cabrones y mal nacidos! Espero que se pudran en el infierno. Besotes, M.

6:25 p. m.  
Blogger CLICK CLICK... dijo...

Menos mal que alguien esta bien... :-P

7:06 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Mercheeeee, tampoco es eso jejej. Un besito
Addiction, no entiendo bien a qué te refieres pero gracias por la visita

7:35 p. m.  
Blogger DEMOFILA dijo...

Hola, vengo del blog de Eurice, recomienda visitarte y creo que es un acierto, por lo que he leído de tu blog, me ha encantado.
Buena entrada, no sé lo que piensan las personas que se suicidan, pero creo que pueden planearlo y opino, como Eurice, que el acto final será el impulso definitivo para llevarlo a cabo.
Me ha encantado el monólogo, porque no se puede llamar de otra manera, de tu entrada, muy bueno y descriptivo, parecía que estaba viendo la escena.
Un abrazo, hasta pronto, volveré a visitarte

8:47 p. m.  
Blogger labertolutxi dijo...

El suicida es una persona que empuña un arma hacia los demás y en un momento dado la vuelve contra sí mismo.

Pero esta amiga tuya ¿cuanto habla no? a veces no está mal escuchar un poco.

8:51 p. m.  
Blogger Rosa dijo...

JA, genial!!!

Me ha encantado eso de que las jaulas estaban más prisioneras porque eran la misma prisión, claro está en su esencia y de ello no se pueden librar por mucho que quieran.

Yo creo que Olaf sintió compasión por la bolsa poque contenía el lado humano de la suicida. La mujer no le despertaba el más mínimo sentimiento de lástima porque la veía como una gran mentira. pero el paquete, la intención depositada en ese paquete era verdad, contuviese lo que contuviese. Podría haber sido incluso una bolsa de basura.

Ahora, eso sí, menudo tostón de tio Olaf, como para invitarlo a cenar. Madremía!!!!!

Besos

10:12 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Hola, Demofila, bienvenida y gracias por tu comentario :) un abrazo enorme.
Claudia, si, bueno, es un hombre jejej pero no importa :)
Rosa, lo que es genial es tu interpretacion de la compasion hacia la bolsa. Tienes toda la razon. La mujer era mentira pero el contenido de la bolsa no, un besazo.

10:30 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

el otro día me dijo mi psicóloga, que quien se quiere suicidar no se toma una pastilla, sino que se tira encima del camión que las lleva. Hacía referencia a quien avisa y dice, a quien demuestra una necesidad imperiosa de que los demás estén a su alrededor. Puede ser necesario para ellos, no se, y a lo mejor es solo prestarles un poquito de atención para no sentirse solos.

Un beso cielo

12:00 a. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Tambien tienes razon en eso, isra. El problema es que a veces los demas, o son incapaces de ayudar o la ayuda que pueden ofrecer no es lo suficientemente fuerte para aliviar la carga del que quiere morir. Hay tantos puntos de vista en este tema...y lo sorprendente es que, como cada uno es un mundo, no se puede generalizar el suicidio y es posible que tanto los que estan a favor como los que estan en contra tengan razon.
Otro beso para ti, isra, y gracias por pasarte por aqui :)

12:56 a. m.  
Blogger Ernesto dijo...

Papa esa lectura como que me cala un poco , más en este momento tu me entiendes vale? hombre tu sabes que los pensamientos vienen y van y uno necesita que alguien le ilumine el camino, en ocaciones el suicidio es como el camino a la libertad de otros o de nosotros mismos , pero al final seria bueno saber que se ha hecho lo correcto, por que sino, de qué serviría.
El amor, la desesperación, la falta de perdón, la falta de comprención, hasta una mala mirada como dices, puede llevar a alguién a cometer acciones de las cuales se arrepentira algún día, si es que sobrevive.
la vida en ocaciones es como los sacrificios antiguos rituales mayas, unoo se sacrifica por cosas que al final no se sabe si traeran el buen vivir a los demás, a un a costa de nuestra propia vida.
Hoy día he sacrificado a alguíen,que no haa echo otra cosa que el bien en mi vida y a la vez me he suicidado, no de accion , pero si del pensamiento, solo espero que algún día me perdone, ya que este suicidio no me dejará descansar en paz, por que muchos dicen que quién se suicida va directamente al infierno.
El arrepentimiento no basta en ocaciones, cuesta dar el perdón a sus semejantes, pero la vida tiene que enseñarnos a valorar tambien lo bonito que se ha vivido, por tanto el suicidio no es una solución , es una opción a algo que no queremos enfrentar independientemente de las circunstancias , lo que cuésta es qué para los observadores esas circunstancias valgan la pena para tal acto.Aunque muchos diran , no circunstancia tal , como para sacrificar la felicidad por fribolidad.
Hoy es el día mas gris en la vida de este personaje, ha dejado que muera todo, por una estupidez de su vida. Y solo me queda pedir PERDON.

Atte. Pepín

10:53 a. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Es más lógico arreglar nuestra vida y ordenarla para cuando lleguen los invitados que tener que pedir perdón todos los días.

1:36 p. m.  
Blogger Z dijo...

Jajaja, Romek, qué bien escrito y qué cansino tu amigo del rictus inexpresivo (ya me dirás cómo hace para no tener arrugas hablando tanto como habla). Y total, todo por una pobre señora que al final sólo se habrá caído a la vía del tren ;P

Que nooo, que es broma... Además, en un muy alto porcentaje de casos los intentos de autolisis son sólo llamadas de atención. Talmente lo de la señora-cosa-con-bolsa-incorporada.

Pero bueno, lo importante de todo el texto es que a tí todo te ha ido bien. No? jajajaja

4:05 p. m.  
Anonymous Tonet dijo...

Creo que no puedo aportar mucho más a estos elocuentes comentarios, pero no puedo evitar pensar que la falta de empatía que siento hacia la mujer, es por tu forma de restregar en la cara a los que preferimos vivir en la luna el que no tengamos los "huevos" de llevarlo a cabo :)
Te falta personalidad para vivir y para morir...
Te he dicho ya que tu entrada es magnífica?¡¡¡¡¡
Besote

4:32 a. m.  
Anonymous Tonet dijo...

...cuando digo "Te falta...no me refiero a ti, es una forma de hablar genérica pero lo he expresado mal. Sorry
Debería decir "Falta de prsonalidad para vivir y para morir..

4:35 a. m.  
Blogger Pimpf dijo...

Tu amigo te da cháchara no?? Vamos, entretenido te tiene, pese a que parece que simplemente estás allí... independientemente de si él se está intentando tirar de un quinto piso, en el caso de que vivas en un quinto, claro. Lo del suicidio fallido de esa señora... es como aquel que no tiene sangre e intenta cortarse las venas....

Bicos Ricos

12:10 p. m.  

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