lunes, abril 11, 2011

El Guionista


He tenido la osadía de no cambiar el nombre del protagonista de esta historia pero sí la cobardía de cambiar el del bailarín por el de Pancho Sulfato. Algunos de vosotros podréis intuir de quién se trata. Es un hombre muy influyente que podría cerrar mi blog sólo con un gesto. Así son los poderosos.
Esta historia es un fragmento de algo más grande porque hay historias que no pueden terminar así como así.
Un abrazo a todos.

Acabo de ver que Parmenio me ha dado el Premio de la Amistad. Muchas gracias :)

Conocí a Vicente en una fiesta. Tendría unos sesenta años, la piel excesivamente pálida y hablaba muy deprisa, como si lo quisiera contar todo antes de volver a tomar aire. En esa urgencia para comunicar se le hinchaban las venas del cuello pero no las de las manos, puesto que no las usaba para ilustrar, las mantenía pegadas a su cuerpo, como si fueran de cera. Cuando le vi tuve reacciones opuestas: me atraía y me daba asco. En su manera de hablar había mucho rencor y un pasado nebuloso pero hablaba tan bien que se le perdonaba el rencor. Tenía esa delgadez que a partir de los cincuenta te llena de esquinas. Quizás en una época tuvo alguna curva, pero ahora todo eran ángulos rectos (cara angulosa, rodillas en punta, dedos afilados...) Fue director artístico de las películas de Marisol, vivió en París y conoció lo que él llamaba "la farándula de las altas esferas". Vivía en un ático en los márgenes del Sena y bebía champagne todas las noches sujetando la copa con la yema de dos dedos. Por aquel entonces, Vicente reía más a menudo. De noche regresaba borracho a casa por las calles de adoquines y París, sí, era una fiesta. Misteriosamente, apareció en Nueva York sin un céntimo, lo había perdido todo. La alegría de la farándula se marchitó y con ella el piso en los márgenes del Sena y las botellas de Champagne. Consiguió un trabajo como camarero en un bar de artistas del Village y empezó una nueva vida amarga y llena de rencores. Aprendió a manejar el sarcasmo y la ironía como modo de escape. No era de los que reían sus propias gracias porque su fin no era provocar la risa. Uno se reía de sus ocurrencias de manera casi prohibida y prácticamente a escondidas para que no se diera cuenta. Nunca supe qué pasó en París ni qué fue de su carrera profesional. Lo que sí me dijo era que en ese bar conoció a Sonia Braga y se hicieron amigos. A Sonia Braga le encantaba el humor ácido de Vicente. También conocía al bailarín español Pancho Sulfato y a alguna actriz de Almogayvar. Todos esos contactos le servían para soñar en que algún día volvería a ser alguien. Le presentarían inesperadamente a un guionista desesperado que le escribiría el guión para una película en la que actuarían todos ellos. Sólo faltaba encontrar al guionista. Entonces aparecí yo, el guionista, en esa fiesta. Su amigo Pin nos presentó y no me quité de encima a Vicent en toda la noche.

Pin era decorador de cine. Se masturbaba todas las noches para evitar contraer enfermedades en la calle. Parafraseaba a Fellini cuando éste en una entrevista hacía apología de la masturbazione. Los dos eran íntimos amigos y al presentarme a mí entré en la vida de Vicente por la puerta grande, aunque resultó que Vicente era todo puertas menores: la trasera, la de servicio y la salida de emergencia.

La película se iba a titular "Lagartas Vulgaris", la protagonizaría Pancho Sulfato y Sonia Braga y estaría inspirada en la vida de dos actores que, a pocos minutos de empezar la primera representación de una obra, dejan el escenario y el director (Pancho Sulfato) y la directora de iluminación (Sonia Braga), con sendas pelucas, harían el papel.
Pancho Sulfato era un bailarín con dos perros, mucho dinero y estaba harto de hacer el salto del ángel, el espagat y el grand jaté. Su sonrisa era tan amplia que parecía que sonriera con las orejas. Nunca le molestaba nada porque tenía muelles en las rodillas al caminar y todo era perfecto. La cabeza la mantenía alta, justo en el nivel donde empieza la soberbia y su cara la bañaba siempre la brisa eterna del escenario.

- Como sabes, Pancho es bailarín pero está harto de bailar. Se hace mayor y sólo le queda ser director de algo nacional, un museo o el mismo teatro. Su sueño es ser actor, besar a un hombre en una escena y salir del armario, pero como actor es un desastre (como maricón no sé). Entonces se me ocurrió esta gran idea: escribir un guión sobre un actor que actúa mal, ¿entiendes? Va a venir a Nueva York este agosto, te lo presentaré. Para entonces quiero que ya tengamos por lo menos la mitad del guión. Estoy seguro de que le encantará. ¿Qué tenemos? Bueno, aparte de los protagonistas tenemos una casa en Málaga que está disponible para cuando la necesitemos, un niño muy gracioso que es hijo de un amigo y un sobrecargo de la Lufthansa (las escenas en un avión son muy efectivas). Así que piensa, piensa en algo, no hagas otra cosa, yo te iré llamando para ver cómo va. Es cuestión de ahora o nunca.

En esos momentos pasó un negro de dos metros con una inmensa erección por debajo de su chándal con un ramo de rosas rojas, por lo que asocié automáticamente su excitación al color rojo. Por otro lado, el chandal era azul, por lo que estábamos ante una curiosa situación de colores enfrentados. ¿Cuántas transiciones se había saltado el azul hasta llegar al rojo? El azul, color de distante seriedad, pero expresivo de la inquietud que nace de la oscuridad y el anhelo contra el rojo que anida el principio del calor. Los colores son actos de la luz, actos y sufrimientos. Imponiéndose sobre la teoría de los colores, la erección. Imposible de digerir y, a su vez, tan a juego con esa fiesta cromática... Por un momento, Vicente se volvió borroso, sus planes se alejaron y yo sólo quería estar en la tierra, disfrutarla y olvidarme de que hay que ser alguien a toda costa.

- Y no te disperses. De esta vamos a salir muy bien, te lo prometo. Ya tendrás tiempo para tus perversiones y demás filias.

Con el tiempo, Vicente se fue desesperando. Me llamaba todos los días, nervioso. Un día me llamó desde el sofá de su casa, otro mientras encolaba una silla, otro antes de salir a comprar algo para comer. Pero siempre estaba nervioso. Lo que quería era ponerme en marcha mientras él vivía.

- Queda sólo un mes y todavía no tenemos nada. Quedan dos semanas y no tenemos ni una tercera parte. Quedan tres días y no la has terminado. Dámela para que lea lo que has escrito antes de entregársela.

El edificio de Vicente estaba en el mismo Village, era una construcción vieja y los escalones gemían como si estuvieran hablando entre ellos. Seguramente el lugar estaría lleno de fantasmas atrapados en la dimensión de un edificio medio en ruinas. En cuanto a los colores de la escalera, claro, todo eran marrones y negro, de vez en cuando algún gris o un crema pálido. En algún momento me pareció percibir el contraste verde-azul, que es una combinación que denota vulgaridad y es signo de vileza. Sin duda, estaba todo planeado para un suicidio colectivo.

Me senté en su sofá rojo, la ventana estaba abierta. Abajo, en la calle, unos chiquillos correteaban bajo el chorro de una bomba de agua, gritando como si el agua fuera en realidad ácido sulfúrico.
En una de las paredes había colgado un cuadro totalmente en blanco firmado por Andresa Lozano, una pintora con la que Vicente trabajó todos los jueves para ganarse un dinerillo.

- No la soporto. No sé cómo librarme de ella. Puedo decirle que estoy ocupado pero, ¿ocupado en qué? Ya se me ocurrirá algo. ¿Has traído el guión? Voy a ducharme, mientras tanto toma este libro, es una colección de anécdotas de gente rica, puede inspirarte. Léelo un rato.

Vicente regresó a los quince minutos, envuelto en una toalla de rizo gastado. No tenía pelo en el pecho, sus piernas eran muy delgadas y sus rodillas abultadas parecían haber sido colocadas ahí a toda prisa. Vicente mojado era mucho peor que Vicente seco.

- ¿Qué has leído?
- El rapto del hijo de un millonario. El padre se negó a pagar el rescate y los secuestradores le arrancaron al niño la oreja y se la enviaron al padre. Ese día los carteros estaban en huelga y la oreja se quedó en la estación de Grand Central durante dos semanas.
- ¡Increíble! ¡Tenemos que incluir algo así en la película! ¿No te parece estupendo?
- Sí, es increíble, un niño con una sola oreja, oyendo la mitad.
- No se trataba de que se quedó con una oreja sino que la que le cortaron se estaba pudriendo en la estafeta de correos...Mira, te voy a contar algo, esto es muy bueno. Yo tengo un vecino que se interesa mucho por las vidas ajenas. De hecho tengo que subir sigilosamente la escalera porque lo oye todo. Abro con cuidado la puerta, despacio, para no hacer chirriar las visagras, ¿entiendes?
- Sí, lo que une la puerta al marco, digamos.
- Lo oye todo, nada se le escapa. Hace mucho tiempo que he dejado de tratarme con él. Porque hubo una época en la que le trataba. Soy demasiado mayor para estar perdiendo el tiempo. He de hacerme famoso antes de los ochenta. Tú todavía puedes dar muchos brincos pero yo no, para mí éste es el último.
- Eso si llegas a brincar.
- ¿Has apuntado lo de mi vecino?
- ¿Para qué?
- Esa historia puede vender mucho. Mira, antes, este vecino, tenía una copia de las llaves de mi casa porque necesitaba que alguien me regara las plantas mientras yo viajaba. Yo sabía que no sólo entraba a regarme las plantas, sino que también hurgaba entre mis papeles. Ya sabes que tengo muchos dibujos, ¿quieres que te los enseñe? Bueno, pues sé que hurgaba porque esas cosas las noto. Noto muchas cosas pero no es plan de que te las diga todas porque no estamos aquí para eso. Estaría bien que me trajeras mañana la historia de mi vecino en forma de relato. Bueno, el caso es que no sabía cómo pedirle las llaves de mi casa una vez regresé de viaje. Así pasaron meses y hasta años. Un buen día tuve una idea: le dije que venía mi prima de Varsovia y que necesitaba el juego de llaves. Cuando me lo dio no se lo devolví y él lo entendió. Dejé de hablarle por miedo a que me pidiera explicaciones o que se interesara por la vida de esa prima imaginaria. Primas tengo varias, una de ellas tiene una casa en Málaga que podemos usar para la película. Tú escribes muchas cosas y muy rápido, vamos a pensar en algo y nos ponemos a trabajar en serio. ¿Qué más tenemos? ¡Ah, sí! Mira, tengo un amigo que es como modelo, sería perfecto para un papel. Te enseño su foto, espera...Este es, ¿a que es increíble? Mira qué sonrisa...Con esta cara podemos hacer milagros. Por otro lado, tenemos a su mujer. Sí, se casó y ahora tiene un hijo. El hijo es muy espabilado y un día le prometí que le daría un papel en una película. De eso han pasado años, para que veas el tiempo que llevo esperando esta oportunidad de escribir un guión. Claro que el guión lo escribirás tú, para eso te tengo. Entonces tenemos, vamos a contarlo con los dedos: una casa en Málaga, un modelo y un niño espabilado. Con la esposa no contemos porque ya tengo actrices. ¿Qué te parece? Ahora, lo que podemos hacer es salir de aquí y pensar en una trama que transcurra en Málaga, en esa casa y con ellos dos. ¡Qué contento se va a poner Pedrito! Así se llama el niño.
- El espabilado.
- Vamos, te invito a cenar al Rincón Español. ¿Cuánto hace que no comes? Ese lugar es ideal para madurar las ideas. Fíjate si es curioso el lugar que tienen una especie de filmoteca en el sótano donde cada domingo proyectan una corrida de toros. Eso se llena de gente y lo más increíble es que el público grita, aplaude y sufre como si estuvieran viéndolo en vivo. Pues ya tenemos más tema. No, si conmigo seco no te vas a quedar. ¿Quieres fumar un poco de marihuana por el camino o nos la fumamos aquí? ¡Bah, nos la llevamos! Como ya ni fumo ni bebo ni practico sexo es lo único que me queda. Hoy en día el sexo es un veneno, prefiero masturbarme como mi amigo Pin. La salud ante todo: ¡masturbazione! Hace años que no sé lo que es acostarme con alguien ni beber un trago. Y no sólo eso, ni siquiera un beso o un abrazo. Si lo pienso bien, sí, besé a Vladimir hace unos meses, en la mejilla. En cuanto a lo del trago...soy alcohólico anónimo, ya te llevaré algún día a sus reuniones, eso puede ser otro tema. Vamos al Rincón Español pero estáte atento y no te desconcentres. Después, cuando yo me retire a dormir a eso de las once ya te irás al muelle a ligar.


Gracias, Parmenio :)

21 Comentarios:

Blogger laisladelaquietud dijo...

Excelente y divertido relato. No tiene nada que envidiar a los guiones de las películas de Almodovar.
Abrazos.

1:02 p. m.  
Blogger balamgo dijo...

Observo que tienes una inventiva muy buena para la creación de diversos personajes. Excelente, me ha gustado y lo he pasado bien al leerlo.
Saludos.

1:05 p. m.  
Blogger Z dijo...

jajaajja, está muy bien el escrito aunque no sepa de quienews hablas. Pero digo yo que al final qué pasó con la película esa? O con el guión? O con el propio pedrito el niño espabilado? Bueno, no sé, ya nos informarás. Ahora que, corto,lo que se dice corto, corto, corto, no salió muy corto este post, jajajaja. Aunque, claro, los posts breves en un blog que hayan inspirado una película deben, al menos en su mayor parte, servir sólo para hacer eso, un corto, jajaja.

2:24 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Oye , y el dentista esta re bueno ?
jajaaa
podría ir por tí! :P

3:01 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Gracias a los cuatro. El final, Z...todavía queda para el final. Necesito entretenerme antes con los detalles :)
jejej Gitana, uhm...no soy dentista, no sé si podría :)

3:21 p. m.  
Blogger Joe dijo...

Conoci...y conozco a alguien muy parecido. Fue profesor mio, es un exelente artista y aprendi a ver las cosas de otra manera. Pero ya no es lo que era antes, esta viejo, cansado y le tiemblan las manos (sabemos lo que eso le hace a un dibujante). Y el lo sabe pero lo quiere seguir intentando (lo hace muy bien). Todo el mundo sabe quien es y lo importante que fue en la vida de muchos alumnos...pero todos saben y quieren que su carrera este terminada. Dicen que ya esta que no puede seguir. Pero el insiste en brindarnos todo su conocciiento.
Un beso enorme Romek. Un gusto y lo sabes leer hsitorias tan hermosas

3:38 p. m.  
Blogger Verónica Calvo dijo...

Parece que me he metido en un bucle del tiempo y me ha puesto delante tantas cosas conocidas... y conocidos... pero claro, son lugares comunes en el mundo paralelo, digo yo.
Entretenido el relato, se lee con gusto y sonriendo.

Un beso, Romek, ole tú

6:42 p. m.  
Blogger Bee Borjas dijo...

Jajaja!!! My king! Me mató este post.
Todos los personajes y las situaciones son estupendas,
pero Vicente es una "obra maestra del terror"
Hay frases que no tienen desperdicio...Lo del "suicidio colectivo"
al describir el edificio, o el rechazo por el Vicente mojado
(porque el seco era un poquito mejor)
Naaaaaaaaaaa! Sos lo más amigo querido!
Besos de cariño y admiración!
P/D: Te dejè una propuesta musical en mi blog al responder tu comment.
El que avisa, no traiciona. Desafino como una fucking sorda! :)

7:11 p. m.  
Blogger Parmenio dijo...

No sé que parte hay real y cual de ficción pero la escena con vicente con la toalla hablando sin parar y soñando con un gloria que nunca le va a llegar me ha recordado un poco a la Gloria Swanson de Sunset Boulevard. Espero que esta historia no termine con un asesinato jejeje

De nada :)

Un beso (como a Vladimir)

11:10 p. m.  
Blogger Thiago dijo...

jja cari, que tragicómico... eres un caso, de verdad. Me encanta como pasas de los cotidiano a lo sublime, de un cuadro en blanco sale un retrato de una pintora... La teoría de los colores no tiene desperdicio.

El personaje me recuerda a aquel actor-marqués que salía en las pelis de Berlanga, ¿cómo se llamaba? Un tipo muy peculiar, jaja. Pero al bailarin no lo identifico, o mas bien no identifico a ningún bailarin con tanto poder como para cerrar tu blog... ¡Cosa que haría por encima de mi cadaver! jajaaj


Bezos.

11:32 p. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Bueno, Joe, este Vicente no tenía nada de entrañable, era sencillamente una mala persona con todas las letras. Pero como no terminé la historia todavía no lo habéis visto ejje. Gracias, Joe, un besazo.
Gracias, Ananda, tengo entendido que también viviste en Nueva York, no?
Bee, pillina, te contesté en tu blog :)
Parmenio, en este caso es real todo. No, no termina con asesinato pero no termina bien. No sé si polonizar el final. Un beso a ti también.
Gracias, Thiago, siempre es un placer leer tus comentarios. El actor ese que dices no me acuerdo su nombre pero me encantaba, era abrir la boca y hacerte reír. El bailarín es Nacho Duato. Cambié su nombre por si me denuncia. Al final no resultó ser el Nacho que yo pensaba. Besos a todos.

12:10 a. m.  
Blogger Abela dijo...

Hay muchos Vicentes por la vida que te enrredan ""bla bla bla"" son patéticos diretores, marchantes,pintores, escritores etc...pretenden llevarte al éxito y lo que realmente quieren es perseguir su sueño roto, bailarines como el que describes, se me ocurren varios y Sonias de esas, otras tantas...Espero el final del relato que in tuyo tiene algo de realidad. Besote

1:03 a. m.  
Blogger Antony Sampayo dijo...

Tengo un vecino con las mismas caracteristicas de Vicente, me refiero a lo que dices que sus palabras son puro sarcasmo, bueno, todo lo que habla mi vecino o hace reir o da rabia, je je je.
Ojo, Romek, no solo los negros tienes grandes erecciones, je je je.

AbRAZOS.

2:33 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo bueno de tus escritos es esa vorágine con la que te metes en ellos, es como un agujero negro, todo lo engulle, ni la luz puede escapar, comienzas a leer y.... de repente, estás atrapado, ya no puedes abandonar hasta salir por el otro lado del sumidero, es decir, por el punto final...

8:13 a. m.  
Blogger JFL dijo...

Chico, metete a guionista, lo tuyo para crear escenas es brutal. Tienes una gran capacidad de comunicar lo que quieres..
Un abrazo

10:29 a. m.  
Blogger Romek Dubczek dijo...

Sí, Abela, seguro que tú te has encontrado más de uno. Me pregunto si son la misma persona proyectada en diferentes personas por el mundo, como un holograma.
jejej Antony, también he visto de esas pero es que ese negro es el próximo personaje: Silvester :)
Muchas gracias, Andres :)
Hola, JFL, ya lo he intentado pero no hay manera. Tengo anécdotas muy curiosas sobre este mundillo. Algún día contaré lo que me dijeron en Galavisión. Gracias por tu comentario :) Un abrazo

10:52 a. m.  
Blogger Argax dijo...

Me ha gustado mucho, como con la excusa del guionista narrador, nos presentas a un personaje muy bien desarrollado.
Para mi gusto, el relato tiene un momento sublime: cuando después de leer el anecdotario sobre la vida de los famosos los dos personajes, difieren en su visión de la anécdota de la oreja, sólo con eso ya sabemos de que pie cojea cada uno que quieren hacer porque su visión se centra uno en lo maravilloso de un niño que escucha la mitad y otro en el morbo de una oreja pudríendose en una oficina de correos. Ese momento me ha encantado, enhorabuena!

Besos.

4:59 p. m.  
Blogger Verónica Calvo dijo...

No Romek, me quitaron la beca para dársela a una que ni hablaba inglés, ya ves, pero como era famosa.... En su momento se formó una buena por ello. A lo único que he llegado en los states es a Miami, pero me la pasé en "Café Tu Tu Tango" bebiendo una cursilada de pink soda y me quedé arrebolá perdía, como es lógico.
Allí estuve una temporadita.

Besos ;))))

5:18 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Vicente es desesperante, me pone nerviosa, no podría estar con él más de media hora. A mí me gusta la gente tranquila, reposada.

biquiños,
Aldabra

8:48 a. m.  
Blogger Pimpf dijo...

Que vida más triste la del guionista, menos mal que ahí estaba Vicente, dando y dando ideas, y dando bastante por culo también, que cansino, es como mi padre cuando algo se le mete entre ceja y ceja.

bicos Ricos

9:13 a. m.  
Blogger ✙Eurice✙ dijo...

Vaya! :) ¿de verdad crees que es tan poderoso? cuan equivocado estas querido éter, del armario salió a los 17 años, si lo sabre yo que su hermana Curra era mi compañera durante más de 15 años en el Hospital :), un día de estos te cuento :)
Me ha gustado tu historia es tan guionizable como la vida del susodicho bailarin.
Besos!

8:32 a. m.  

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