lunes, febrero 28, 2011

Mitiringa, Sao Paulo


Una mujer se ha desmayado en la calle Santo Amaro. Un corrillo de gente ha empezado a rodearla preguntándole cosas (¡Qué hubiera dado por escucharlas!). Es la misma escena que escribí en Las Malditas donde Sonia la pobre se encuentra de bruces después de haberse tirado por el balcón. En mi versión de “mujer sobre la acera” hay una variante: uno de los del corrillo le tira de una pierna para comprobar que está muerta, lo cual a otro del corrillo le parece algo cruel. Ese hombre pensó que al tirarle de la pierna estaba poniendo en duda la llegada de La Muerte, a la que había personificado y para su manera de entender el drama hubiera sido como si una noche, ante la repentina aparición del diablo, alguien se acercara incrédulo a tocar sus cuernos para verificar que no son un disfraz. El corrillo que hacen alrededor del moribundo no es más que una misa o la adoración a la Fatalidad. Cualquier gesto que no corresponda al ritual de adoración será un sacrilegio condenado por el corrillo de fieles. ¿Por qué sentimos todos lo mismo ante las mismas situaciones? ¿Por qué necesitamos del enemigo (la Fatalidad) para dejar la actuación de lo que pensamos que somos y tenemos? ¡Qué desnudos estamos ante nuestro destino!

Ayer de madrugada llegó David. A pleno pulmón me preguntó qué era lo que estaba haciendo yo en Brasil. Sospechaba de que le estaba ocultando algo y sintió mucha rabia, estaba furioso, sus ojos despedían flagrantes interrogantes. Yo le miraba desde la cama, sin conmoverme mucho porque ya le he visto así otras veces. La última vez que se puso así fue porque supuestamente le cambié de tema, entonces se puso en pie levantando un dedo, apuntándolo hacia mí amenazante y rígido como el de una estatua e hinchando todas las venas de su cuello me juró que jamás se olvidaría de que le cambié de conversación y que eso sería mi perdición. En esos momentos se disponía, no a pelear conmigo, sino a invadir una nación y detrás de él no había un viejo sillón, sino todo un ejército listo para la batalla que esperaba las órdenes de su dedo para iniciar.

La lucha interna que tiene es un espectáculo. Otras personas consiguen acallar sus demonios. El les da vida, representa para ellos las escenas que le proponen desde las sombras y es tan creíble su actuación como la de un director de orquesta poseído por una sinfonía de Rimski Korsakoff.

Es hora de salir de este país y regresar a Europa, donde parece que los ánimos no están demasiado bien. Tarde o temprano la crisis llegará aquí, es absurdo escapar de la ola. Debe de ser horrible vivir un estado de hambruna general en la ciudad de Sao Paulo. Puedo visualizar con más claridad el desastre aquí que en cualquier ciudad de Europa. Si ahora en época de esplendor te roban lo que pueden, imagino que durante una crisis nacional te robarán el alma.

Desde un cuarto la gente parece un poco más absurda. La señora ya no está tirada en la calle, ya no hay corrillo, todo ha terminado. Ahora ha pasado el portero que hace las sustituciones en el edificio de Marcio. Tiene retraso mental pero tiene buen corazón. Al principio le deseé con un amor sensual que mutó a uno superior, más espiritual. Estoy casi seguro que su mundo es mucho más feliz que el mío y que su misión en el mundo es exhibir su simplicidad y ayudarnos a simplificar nuestra vida.

Pasa el camión vendiendo Mitiringa por tres reales (oferta) Va anunciando a través de un megáfono: tres reales por un kilo de mitiringa, mitiringa tres reales, son tres reales. Mitiringa buena, mitiringa de calidad, mitiringa bonita, solo tres reales…No sé bien quién es el hombre que vende la mitiringa ni sé lo que es la mitiringa pero una cosa es segura: el hombre que vende mitiringa está atravesando el escenario. No es un personaje principal, no tiene la menor importancia en la obra a la que asisto, sólo atraviesa la escena “por apenas tres reais”. Después desaparecerá sin la mayor importancia pero nos habrá dejado el aire de una atmósfera peculiar, lo cual le concede, sino una parte primordial de la obra, por lo menos sí una participación que contribuye a que este día sea así, soleado e invernal. Y sobre todos mis problemas ahora se cierne su voz que nada sabe de David ni de sus posesiones.

viernes, febrero 25, 2011

Frases de Gris


Hace un tiempo os hablé de Gris, al que todavía no he polonizado y me juego una paliza el día que, por casualidades de la vida, descubra que tengo un blog en el que hablo de él. Claro que sólo podría reconocerse por sus frases. Las frases de Gris me dieron mucha vida. Gracias a él, ese maldito hotel no me enterró en vida. Aquí os dejo algunas de las frases que me convencieron para su futura polonización:

"A mí no me gusta la política de ahora. Me atraen más las políticas del siglo XVI o XVII"

"La gente de los bares del barrio está bien, son muy simpáticas, pero no se puede hablar con ellos de nada. Un día te apetece hablar de Shakespeare y no puedes"

"Cada uno tiene su isodincrasia" "Este curso de inglés me va bien porque así aprendo, pero no quiero esforzarme mucho para que no se me sequen las moléculas"

"Estoy harto de todo...Estoy harto de ir de aquí para allá...Harto de los semáforos y sus gentes"

"¿Por qué no te animas y te vas a vivir a Goa? (sur de la India) Allá se está muy bien. Puedes trabajar en un banco de ocho a tres y por las tardes puedes escribir"

"No estoy enamorado de mi pareja pero, cuidado, tampoco creo que ella lo esté de mí. En la vida yo ya pienso en otras cosas como el dinero"

"En Goa, a la gente le da por tomar heroína porque, claro, se reúnen y todo eso y la heroína les ayuda a hablar"

"Ruben, (nuestro ayudante de recepción del turno nocturno) es una persona totalmente vacía. Con él no puedes ni hablar de la literatura del siglo XVI o XVII"

"Cuando yo era jovencito, invité a una chica guapa a cenar y quiso llevarse a casa la jarra de cerveza del restaurante. La culpa fue mía porque me sentía atraído sólo por su cuerpo. En realidad siempre me ha gustado la mujer intelectual que pasa de las jarras de cerveza, ¿entiendes?"

"Puedo echar ocho polvos en una noche pero, oye, no vayas a hacer ahora un libro de los ocho polvos, ¿eh?"

Ninguna de estas frases es mía, desgraciadamente. Mi único mérito fue retenerlas en un papel y hoy, hacer un post con ellas como recuerdo y homenaje a Gris.

La foto no tiene nada que ver con Gris ni conmigo ni con el trabajo de recepcionista nocturno de hotel. Pero sí tiene que ver con la única expresión con la que uno puede asistir a estas frases.

miércoles, febrero 23, 2011

Mi nariz en Asia


Tengo un amigo en Kuala Lumpur que me ha dicho que mi tipo de nariz tiene mucho éxito en Malasia. Como la suya es redonda empezamos a hablar de eso y a intercambiar sensaciones. Yo le dije que la suya me fascinaba porque una nariz sin esquinas es una nariz amable.
Primero me ha hecho ilusión eso de tener una exitosa nariz allende los mares, en un país concreto pero luego, pensándolo más, ¿y si sólo es la nariz? ¿No sería como cuando en un país de Europa te quieren por tu dinero o por el tamaño de tu miembro?
Entonces, me he visto repitiendo muchas veces la típica frase¨: "Claro, tú sólo me quieres por mi nariz"
El caso es que no sé si Malasia sería buena para mi cuerpo entero.

martes, febrero 22, 2011

La pierna en el Amazonas


El otro día, estando yo en la página de orkut.com (donde me hice miembro hace poco) ví a un chico de Brasil, muy atractivo, sonrisas y todo eso. Sonreía en las doce fotos que te permiten tener en el álbum. Le hice saber de mi pasión y me respondió con otra pasión. Nos dimos el messenger, claro, y nos encontramos en esa aplicación ya más íntima. Y hablando, hablando, me mandó, plas, una foto suya en la que aparece él sentado con su sonrisa increíble como en una especie de acampada nocturna, sujetando en una mano un mapa y en la otra mano una pierna ortopédica a la que le habían calzado una zapatilla de deporte.
En la foto no se le veían las piernas y empecé a pensar en el porqué de él sosteniendo una prótesis. Si por lo menos hubiera podido verle en la foto la pierna izquierda habría visto que la zapatilla conjuntaba con la de la prótesis y entonces él estaría levantando su propia pierna con la mano.
También podría haberse tratado de una broma, pero, ¿una pierna ortopédica en una acampada en medio del Amazonas?
Al día siguiente me lo encontré en el messenger y le pregunté sobre el significado de la foto. Me dijo que sólo tenía una pierna porque la otra la perdió hacía seis años en un accidente. Se cayó, la pierna se infectó, se cangrenó y se la tuvieron que amputar. Desde entonces, dice, nadie quiere una relación estable conmigo.
Yo sí la quería, me decía a mí mismo, con esa sonrisa...No obstante, me lo imaginaba en la cama, encima de mí, la prótesis tirada en el suelo con la zapatilla de deporte puesta, tan llena de vida y, a su vez, tan muerta...Me pregunté si esos pensamientos me distraerían los besos.
Cuando volví a encontrarlo en línea le saludé pero no me contestó. Y así hizo durante las próximas dos semanas.
Terminó marginándome a mí por tener mis dos piernas.

sábado, febrero 19, 2011

NATALIA


Natalia, la pintora rusa de Boston, no se encuentra bien hoy porque tiene una fantasía con un hombre al que conoció en una fiesta. Ella espera que se trate tan sólo de una fantasía porque la última vez que lo vio no sintió nada. Cuando Natalia no siente nada en su cara se dibuja el rictus del asco. Es una mueca muy rusa. Supongo que es el sello de los largos inviernos de su infancia.
Si por lo menos pudiera hablar con él de nuevo verificaría que en realidad no se siente atraída hacia el desconocido de la fiesta y podría seguir viviendo sin el temor de enamorarse.
Para Natalia, enamorarse es perder el control de sí misma y la cesación de los sueños que tiene con otros hombres.

Todas las noches, Natalia, para dormirse, imagina con los ojos cerrados que tiene un harén de eunucos desnudos, con el pelo largo, muy femeninos, que caminan como en el ballet y la llenan de atenciones. Sólo puede dormirse pensando en esta imagen. Si algún día se enamorara de alguien tendría que abandonar estas prácticas que son casi el sentido de su existencia. Quién sabe si Natalia sería la misma sin su harén de mariquitas.
Un día se encontró al tipo de la fiesta cerca de un puente. Ella se había dejado el bolso en casa, hablaron un poco y él tampoco tenía dinero. Todavía no sé si esto forma parte de una fantasía o fue realidad porque cuando Natalia cuenta algo es muy difícil entenderla. Lo más bonito de Natalia es la entoncación y sus gestos. El contenido importa pero no tanto.

Y al contarme el encuentro que tuvo con él en un puente me acordé del cartel de la película Noches Blancas, de Dostoievski, dirigida por Visconti. En el cartel aparece una mujer en un puente nevado y, de espaldas, un hombre. La mujer en el puente nevado es Natalia y el hombre de espaldas es el hombre que no logro visualizar.
Natalia vive en otra dimensión, todavía no sabe en cuál. Está perdida, no sabe bien lo que le rodea y hasta sus propios sentimientos le son ajenos.
Yo soy su más fiel espectador. La miro y ella actúa. La escucho y ella habla. Cuando hablo yo, Natalia cae en una especie de "sleeping mode" en el que se prepara para su próximo discurso y me resulta tierno cómo prescinde totalmente de mí para dedicarse exclusivamente a preparar su voz en la que los dos nos deleitaremos.
Natalia es el surrealismo de Kruglov cuando baja los ojos durante un intenso parpadeo para después mirar hacia arriba desde abajo, con la dulce inseguridad de una persona perdida que se autodefine a cada instante y tan segura de sí misma como un caracol en busca de la tormenta.

A veces, no sabe cómo salir de una frase. Ella misma se acorrala. Entonces desvía sus grandes ojos asustados de su interlocutor, baja la cabeza y busca con la mirada alguna palabra que se le hubiera caído al suelo y sin la cual no pudiera continuar la magia de su farsa. A veces, desde esa búsqueda, te lanza una mirada furtiva, como si temiera que la sorprendieses en estado confuso, mientras excava en las posibilidades de su filosofía algo convincente, como el niño que es sorprendido hurgando en las páginas de su diario el día que se masturbó por primera vez.

Por otro lado, el aura que rodea su vida entera le da un cierto aspecto de severa santidad. Cuando va a casa de Hans y se queda unos días con él, todo se impregna de ella y todo se convierte en su motivo. Todas las pequeñas cosas decorativas parecen surgir de ella y cuando se va deja mucha orfandad y silencio.
Es posible que sea un instinto materno pero cuando se va de paseo y regresa con un ramo de flores silvestres, éstas, al colocarlas en el centro de la mesa, llegan incluso a ocupar el centro del Universo Natalia, universo que no se puede obviar porque se está constantemente manifestando. Sabemos ya que no se manifiesta como cualquier otro, no, con la coherencia del lenguaje, sino que obedece a impulsivas intermitencias. Tanto puede estar presente durante dos horas para retirarse después sin más, como aparecer riendo porque se acuerda de que cuando era niña su profesora de piano le dijo que parecía ucraniana. Entonces esa risa que tienen algunos personajes de Bertol Brecht no nos deja siquiera sospechar con qué línea nos sorprenderá después, en cuanto deje de hacerse reír a sí misma.

Pero como todos estamos hechos de seres diferentes que se van alternando, no siempre nos gusta Natalia y no siempre gustamos a Natalia. En cuanto somos aquellos que no entienden su universo ni ella el nuestro se crea una atmósfera de silencio, igual que el día que me dijo:
- Probablemente no nos guste la misma lectura -se refería a un libro que me había recomendado de Castaneda-
Sin embargo, casi todas las personas de las que estoy compuesto gustan de Natalia. Y no entro en lo seductor que se me hace la mezcla Natalia-Hans que es lo mejor de todo. Yo creo que, a veces, la vida, comete dulces errores, tanto sea para su propio divertimento como para experimentar. La vida crea uniones dispares para ver qué resulta de ello, como el científico que a una fórmula de jarabe le añade unas gotas de verbena. Diría que algunas de estas asociaciones natuerales han tenido el éxito de la de algunos parásitos con plantas. Natalia y Hans se intercambian intereses.

Un día, ya no ví más a Natalia. Su cuerpecito envuelto en un abrigo de piel largo desapareció caminando hacia Wyckoff. No dejé de mirarla hasta que se convirtió en un punto imperceptible. Después volví a mí mismo. Natalia me había dejado muchas frases en las que pensar y ese rictus de asco que el invierno siempre termina dejandonos a todos, seamos rusos o polacos.

LA SOLEDAD

jueves, febrero 17, 2011

La duda


Un buen día te levantas con dolor de espalda y náuseas y ese buen día quieres solucionarlo cuanto antes. Expones tus dolores a los especialistas y cada especialista ve claramente en ti la enfermedad a cuyo estudio a entregado su vida. Por orden de aparición, los diagnósticos han sido:
Para mi amigo Marc, médico general, se trataba de una gastritis.
Para los médicos del servicio de urgencias de la Cruz Roja, también, gastritis.
Para el quiromasajista es una contractura que afectó el estómago y la espalda.
Para el que me hizo la radiografía del riñón, unos puntitos que se veían por ahí y que podían ser, o residuos cálcicos o arenilla, o nada.
Para el quiropráctico se trata de una subluxación.
Y yo me pregunto: Si yo fuera una mujer, ¿acaso mi peluquera acusaría mis dolencias a mis rizos? ¿Y mi esteticiene a mis ingles brasileñas?

NOTA: Gracias de nuevo por vuestro apoyo. Ya me voy sintiendo un poco mejor. Al final no se sabe con certeza qué es lo que sucedió. Anteayer tuve un acceso de fiebre y síntomas gripales que eclipsaron los dolores intensos en la espalda.

martes, febrero 15, 2011

El diagnostico


Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, aunque los he leído rabiando de dolor me han gustado mucho.

Lo de la gastritis aguda y la dorsalgia mecánica me lo dijeron el sábado en urgencias. En esos momentos te pueden decir que lo que tienes es una sopa de pollo clavada en el hígado. No te importa, lo que quieres es que te quiten el dolor. Me fui de urgencias de la Cruz Roja con ese diagnóstico. Al cabo de unas horas volvió el dolor fuerte y tuve que regresar. Me dieron una inyección y seguían insistiendo en su diagnóstico.

Finalmente, ayer ya no podía más, el dolor era insoportable, se me caían las lágrimas. Es curioso, en esos momentos la vida es diferente. Bueno, a lo que iba, me levanté, tomé un calmante y me fui al hospital de San Pablo (que como no ha sido polonizado, lo dejamos con su nombre). Entré a la una y media de la tarde y salí a las doce y media de la noche. En esas doce horas sucedieron cosas que bien valen un post.

Durante las primeras cinco horas de espera salí un par de veces a fumar e hice unas fotografías de los troncos de unos árboles. Por razones técnicas (o porque mi móvil es una mierda) no las he podido mandar a mi email. Y yo había encendido el ordenador para subir mis fotos y regalaros los troncos y las ramas que a mediatarde hacían un contraste especial con el cielo. Las tengo en mi móvil, cuando logre sacarlas de ahí las subiré. 

Después de análisis de sangre, orina, placas y ecografía resulta que lo que tengo es un pequeño cólico nefrítico. La verdad es que la palabrita suena horrible porque es horrible. Me vieron unos puntitos en los riñones y ahora tengo que hacerme otras pruebas más concretas en otro hospital para saber exactamente si es arenilla o sugus de fresa.

No puedo escribir más pero quería agradeceros vuestros comentarios de nuevo. Me hizo gracia el comentario de Claudia. Entre riñón y riñón me hizo reír.

Esta noche soñé que sonaba el teléfono y cuando miro en la pantalla quién es, dice: Observatorio Gay Granatense. Qué raro. Antes de descolgarlo me desperté.

Agradezco el comentario a El Drac especialmente porque el comentario que le dejé en su blog no fue muy amable. Lo siento, El Drac, te pido disculpas.

Me llamó Ernesto, que es Arturo, que es Pepín desde El Salvador para interesarse por mi estado y fue un bonito detalle. El tiene unas manos muy bonitas.

El sábado en urgencias, el médico que me atendió se llamaba Gamboa, como nuestro poeta Diego. Le llamaban por megafonía mientras yo tenía la cosa esa bajándome a la vena y decían: Señor Gamboa, por favor, acuda aquí. Señor Gamboa, por favor, acuda allá. Pero, qué va, nuestro Gamboa es mucho mejor.

En cuanto me recupere del todo iré visitando los blogs de aquellos a quienes todavía no conozco muy bien.

Recomiendo el blog de Arun Balani. Si yo fuera editor sin duda le publicaría.

Un beso a todos. La próxima entrada, Espera que te espera será una entrada polonizada de lo de ayer jejej.

Gracias de nuevo :)

Romek

domingo, febrero 13, 2011

Baja por enfermedad


Queridos lectores, comentaristas, anonimos, Karl y Arturo.
Estoy convaleciente con gastritis aguda y dorsalgia mecanica. Ayer tuve que ir dos veces de urgencias. En la primera urgencia me pusieron liquidos por la vena. Como era la Cruz Roja, mientras me entraba la medicacion una señora agonizaba a mi lado. En la segunda visita me inyectaron un calmante. Le pregunte al doctor donde era la inyeccion y me dijo textualmente: en el culete.
Debido a este percance no he podido cumplir con los posts correspondientes ni comentar los comentarios. Tampoco puedo atender a mi pareja pero como no tengo no pasa nada.
Espero que mañana pueda volver a mi actividad literaria.
Un abrazo a todos, incluso a Pepin, que un buen dia se fue.

jueves, febrero 10, 2011

El indocumentado idiota


Jhon ha pasado toda la vida defendiendo su H mal colocada. Cuando su padre fue al registro civil estaba borracho. Le preguntaron dónde iba la H. Al padre, de pensar en la H se le nublaba la vista y le venían arcadas. Pensaba que no iba a poder aguantarse en aquel mostrador. Señaló cualquier cosa: aquí. Desde entonces Jhon es Jhon y no John.

A la edad en la que le conoci ya no le molestaba tener que ir dando instrucciones acerca de su nombre. Formaba parte del ritual de su presentación. Como era poeta, además, ese error pasaba por bohemio y a la gente le encantaba.

Vivía en una habitación de un piso en Bushwick, con unos amigos blancos que tocaban la guitarra y como quería marcharse de allí o le echaban le alquilamos el cuartito del fondo, la que daba a la Avenida Gates.

Jhon entró en la cocina y al ver la portada del libro que yo estaba leyendo preguntó: what are you reading? It looks like crap (¿Qué lees? Parece basura). Me dejó en el aire, como al nadador al que se le hubiera secado, de repente, el agua de la piscina. Era un libro de horror homosexual, especialmente dirigido a ese público que ama a su mismo sexo porque en un mundo donde todo se clasifica, un homosexual se puede sentir muy incómodo dentro de historias de terror heterosexuales. ¿Por qué siempre han de apuñalar a la guapa adolescente y no a un musculoso efebo? El público homosexual quiere apuñalar al efebo. Una muerte pasional, por ejemplo. Durante décadas, los gays de la Tierra han deseado verse reflejados en las escenas amorosas de un thriller. Pero ahora ya no tenemos de qué preocuparnos, tenemos nuestras ediciones propias como la que estaba leyendo cuando entró Jhon y me preguntó: What are you reading? It looks like crap.

Miré atentamente la portada que era la fotografía de un joven sin camisa, tejanos, brazos alzados y la cara maquillada al viejo estilo Nosferatu. Me había llevado ese libro de la biblioteca para empezar a escribir para un público concreto historias concretas pero no tenía ganas de dar explicaciones del porqué leía eso y no a James Joyce.

Mientras Jhon atravesaba el pasillo dijo unas últimas palabras, que dejó caer de su boca como pétalos de rosa:

- Como homosexual, blanco e indocumentado podrías leer algo que valiera realmente la pena. Deja de leer esa basura.

Me quedé sujetando el libro con los dedos en forma de pinza, lo miré con cierto asombro. El se marchó de nuevo hacia su cuarto.

Pensé en mi triste pasaporte, en mi lejana nacionalidad, en el caos de la cocina, en el extractor de humos de mis cigarrillos, en mi cautiverio y tuve un pensamiento revelación: Si esta es la land of the free, ¿por qué no puedo salir?

miércoles, febrero 09, 2011

SIN TITULO



Las verdades se han dicho todas, ahora sólo quedan mentiras.
Lo mismo sucede con los gestos. No hay tantos gestos como personas.
Ni puntos de vista.
Ni pronto galletas de chocolate. No puedo dejar de comerlas.


martes, febrero 08, 2011

TE ADORO


Música: Adoro la calle en que nos vimos…
- No dejes de bailar. Aquí, debajo de tu cuello la vida es diferente.
Música: la noche cuando nos conocimos
- Es posible.
- No lo dices muy convencida.
Música: adoro las cosas que me dices, nuestros ratos felices
- Tengo que hablar contigo, Ralph.
Música: los adoro, vida mía
- Agarrame fuerte, me estás soltando, siento que resbalo.
- No es fácil bailar así.
- ¿Ya no te gusto?
Música: Adoro la forma en que sonríes, el modo en que a veces me riñes.
- No es eso…Tengo que hablar contigo. No sé cómo decirlo para no herirte o para que no pienses que es por…
Música: adoro la seda de tus manos, los besos que nos damos, los adoro, vida mía
- Deja de bailar si quieres, pero no me sueltes. Tengo un poco de vértigo.
- Lo nuestro ya no es lo mismo. Y no lo digo por tu accidente. Eso…eso no tiene nada que ver.
- ¿Por qué te tiemblan los brazos?
Música: Y me muero por tenerte junto a mí
- Me hago vieja, esa es otra. Te convendría una mujer más fuerte que pudiera soportarte. Si quieres te pongo un anuncio.
Música: cerca, muy cerca de mi, no separarme de ti
- Ya sé por qué lo dices. ¿No tiene nada que ver con mi accidente?
- No…realmente…realmente no.
Música: Y es que eres mi existencia, mi sentir. Eres mi luna, eres mi sol.
- Dejame en la silla, por favor.
- No, no quiero soltarte. Cuando te deje en la silla te deprimirás.
Música: eres mi noche de amor
- Cuando tenía piernas eras más sumisa. Recuerdo que para dominarte me bastaban dos palabras. Qué iba a saber que lo que te dominaban eran dos piernas.
Música: Adoro el brillo de tus ojos
- Qué cruel es lo que dices. Me dan ganas de soltarte y que te estrelles contra el suelo.
- Hagamos como si nada hubiera ocurrido.
Música: lo dulce que hay en tus labios rojos
- Está bien, sigamos bailando.
Música: adoro la forma en que suspiras
- Hasta el final de los tiempos.
Música: y hasta cuando caminas
- Qué remedio.
- Son bonitos los boleros. Las desgracias parecen tan lejanas y, sin embargo, se bailan…¿no?
- …
- ¿Estás llorando?
- …
- ¿Estás llorando?
- …
Música: yo te adoro vida mía. Yo te adoro.

domingo, febrero 06, 2011

LA POLONIZACION DE EURICE



Oliwia Berlinski, Pitonisa de Koszalin, mantuvo relaciones esporádicas pero frecuentes con la realeza de Pomerania. Debido a sus constantes amores se la veía siempre con un vestido negro de muchos vuelos en un carruaje a toda velocidad que hacía crujir los guijarros del camino, riendo a mandíbula batiente, como si en lugar de venir de un lecho de amor se dirigiera a explotar el mundo.

No puede uno fiarse de su risa estentórea, pues ésta tiene unas mágicas púas que, entrando por la boca de sus víctimas y, abriéndose después como una actinia marina, desgarran el corazón.

Siempre que ella viaja soplan vientos huracanados y el cielo oscurece pero la tormenta no cae hasta que ella se encuentra a cubierto.

Oliwia nunca ha sido víctima de un temporal y nunca la ha humillado tormenta alguna. Fue temida en toda Pomerania y en Koszalin le levantaron un templo adonde todavía van a orar los tullidos de Thrun para recuperar sus miembros perdidos o activar los que dejaron de funcionar. La entrada del templo de Thrun dedicado a Oliwia está lleno de prótesis. A veces la gente sana, tropezando con alguno de ellos, pierde los miembros al entrar con lo que a Oliwia se le acumula todavía más el trabajo.

Como Nerón, Oliwia también sintió la necesidad de explorar la ciudad nocturna, mezclarse en la lujuria de los bares pestilentes de la periferia sin correr el peligro de ser reconocida, porque su don es el de la transformación. En esas escapadas nocturnas en las que terminaba como paquete de alguna que otra Harley Davidson gustaba de calzar sus Martens negras.

Después de la cópula, los conductores de las Harleys solían morir, o bien carbonizados por la fogosidad de la bruja o de paro cardíaco por la misma razón. Los pocos que pudieron contar un orgasmo con Oliwia olvidaron cualquier lengua comprensible con la que hacerse entender. Otros fueron tenidos por locos y apedreados hasta la muerte o la parálisis vitalicia.

Después de que Pomerania fuera tomada por los alemanes, Oliwia huyó en su carruaje y cientos de enormes baúles a la ciudad de Wojkowice donde no existía más que el Eter o Romek. Este, le cedió como preferencia el castillo de la ciudad (que había servido como lugar de culto a antiguas religiones condenadas por pederastia) y la recibió con honores. En Wojkowice, el Eter la protege de los vientos adversos y de la furia de los Seres de Luz que quieren convertirla en un logotipo para una empresa de galletas, con el fin de enterrarla así al mundo de la golosina infantil y al más humillante ridículo.

Vive con doce gatos, alejada de la gente del pueblo y dedicada exclusivamente a vaticinar desastres, beber té de raíces y a conceder consultas a quien le apetece. El castillo de la pitonisa tiene que ser reconstruido cada semana porque cuando se enfada desplaza las piedras que lo componen dejándolo casi en ruinas. Cientos de voluntarios se ofrecen entre los ciudadanos para reconstruir el templo y seguir disfrutando tanto de su furia como se sus favores.

Suele salir en las películas de Al Pacino sentada en su sillón, de espaldas y sólo se le ve un brazo acariciando a un gato persa negro.

Los tullidos de Thrun, como no se enteran de nada, siguen haciendo peregrinaciones al templo de Koszalin. Ellos son los que mantienen viva la leyenda.

El meme de los Siete Secretos



Ahí va mi meme de los Siete Secretos que ha propuesto Thiago. Imagino que no sospechó lo largo que puedo ser yo a veces. La verdad es que pensaba hacerlo más corto pero, como dice el mismo Thiago, si lo hiciera más corto "no sería yo". Así que, bajo la cabeza, me arrodillo ante todos vosotros y os relato mis siete secretos.

Secreto 1. Tengo tics nerviosos voluntarios, esto es, los ejecuto cuando quiero, siendo que unas veces siento más necesidad de ejecutarlos que otras. Para mi desgracia, cuando me vienen más ganas es cuando alguien que no conozco mucho me habla sin dejar de mirarme a los ojos. Y más aún cuando percibo que su boca habla una cosa y sus ojos otra. Ahí ya me descarrilo y necesito cerrar fuertemente un ojo o desviarlo ligeramente hasta que me produzca un punto de dolor. Para ello tengo que esperar a que deje de mirarme. El secreto es que no puedo seguir atendiéndole hasta que no mire hacia otro lado y pueda ejecutar mi tic. O sea que, a no ser que se trate de alguien a quien conozco no suelo enterarme de nada de lo que me cuenta si dura más de cinco minutos en los que tengo sus ojos encima sin tregua alguna. Si se trata de un ligue es todavía peor, dejo de oír hasta su voz.

Secreto 2. Me excita intelectualmente ver a una pareja follando. Me excita verlo, no participar. En una ocasión me pidieron que me uniera y casi me integro pero preferí mirar e irles diciendo cómo quería que lo hicieran. Ellos accedieron porque les pareció divertido y excitante. Por lo visto era el tipo de los dos y quisieron ponerse a mi servicio.
En cuestión de minutos me vi orquestando sus deseos y si bien no me produjo satisfacción sexual directa, sí me dió cierto morbo y curiosidad hacia el comportamiento de dos personas cuando pierden el control de sí mismas. Siempre me he preguntado por qué me siento atraído hacia lo que deseo y ver a dos personas enfrascasdas en una relación sexual parece que me dé algunas respuestas o preguntas a más preguntas que quizás algún día se vuelvan respuestas.

Secreto 3. Desde que soy jovencito, para ir de vientre con éxito, creo imágenes en mi mente que me recogen de tal manera que no tardo ni dos minutos. El secreto no es el hecho de imaginarme situaciones, sino el lugar histórico done me las imagino: En un campo de exterminio alemán. Primero agarro lo primero que tengo a mano, tanto puede ser una botella de champú, unas tijeras de uñas, una jabonera en forma de concha…Me centro en el objeto, lo acaricio con las manos hasta que se vuelve muy preciado. Conseguirlo me toma segundos y entonces es cuando me lo llevo a Ausswitz. La jabonera es un objeto muy preciado, todos los presos quisieran tener una y yo les invito a mi barraca para enseñársela. Invento cosas para las que puede serme útil la jabonera en el campo. En cuanto estoy bien metido en el argumento, me sale todo. ¿Será que ser judío me da cagalera?

Secreto 4. Trabajaba en Chelsea los viernes y los sábados por la noche de camarero en un show de flamenco. Salía a las dos o a las tres de la madrugada, me iba hasta el metro de la calle 14 y cogía el L hacia Brooklyn. La 14 es la última y la primera parada del L. Estaba en el andén y vi entrar el tren. A medida que iba entrando fui mirando el interior de los vagones y las imágenes me venían en forma de fotogramas desordenados de una película. Al final del primer vagón un fotograma se me quedó profundamente grabado en mi sistema nervioso óptico: un hombre dormido con el paquete más grande que he visto en mi vida. Como era el final del trayecto y era muy tarde, los vagones llegaban semi vacíos y, obviamente, los pocos pasajeros que había salían del tren y unos pocos entrábamos. El cuarto vagón fue el que se detuvo frente a mí pero yo quise ir en busca del fotograma que me había obsesionado, el hombre dormido. Entré y fui caminando por los vagones hasta llegar al primero. Allí seguía él. Dormía como un tronco, me senté enfrente y obtuve una panorámica perfecta de ese paquetazo. Si la historia de la mística de los pueblos hubiera visto aquello habría situado al profeta allí encima a dictarnos los mandamientos. ¿Podría ser una hernia testicular?, pensé. No parecía tener la forma clásica de testículos y miembro acaracolado, era más bien como una cúpula sin aristas. El vagón estaba totalmente vacío a excepción de nosotros dos y un chico al final que se encontraba sumido en sus quimeras.
El tren arrancó, yo me iba poniendo cada vez más nervioso ante el cuerpo inerte de aquel hombre musculoso que parecía un marinero vikingo, de piel curtida con salitre y olas y, en cuanto el chico que sobraba en el vagón se apeó en la tercera estación me quedé totalmente solo con él, en la intimidad de un vagón.
Se me ocurrió una idea descabellada: meterle mano. A su lado había una de esas revistas que regalan a primera hora de la mañana. Estaba ya un poco trotada e, incluso pateada, pero me servía como pretexto. Me levanté, tomé la revista, me senté a su lado y me puse a leer como si realmente me interesaran los titulares. Comprobé que el marinero continuara soñando con su alta mar y cuando me cercioré de que estaba totalmente entregado a su fase Rem pasé levemente la palma de mi mano sobre su inmensa protuberancia. El hombre empezó a convulsionarse un poco, como si en su sueño se hubiera desencadenado una tormenta atlántica. Recogí mi mano y me dije que ya era suficiente. ¿Por qué estaba ese bulto tan duro? ¿Por qué ni siquiera en su interior palpaba la más mínima señal de que allí palpitaba algo? Volví de nuevo una segunda vez. Me temblaba el pulso y me costaba respirar. Observé como mi mano se posaba, todavía sin llegar a aterrizar, sobre sus cojones inmensos como una nave de otro planeta levitando sobre la basílica de San Pedro.
Apenas tomé contacto de nuevo, el hombre se agitó todavía más, se levantó como pudo y cayó al suelo. Me levanté para ayudarle a ponerse en pie, parecía además, ebrio. Como pudo, entreabrió los ojos, me dió las gracias por ayudarle y al preguntarle si se encontraba bien balbuceó: Sí, sí, he tenido una pesadilla. Volví a mi asiento y guardé mi secreto: su pesadilla había sido yo.

Secreto 5. Mi amigo Frank tenía pendiente un viaje a Italia con su madre y su tía al que se apuntó también la pareja de mi amigo. Quería cumplir el sueño de su madre de visitar por lo menos una vez el Vaticano y prepararon un viaje por Italia. Como su pareja siempre tuvo celos de mí no fui con ellos pero la pareja no tenía muchos días de vacaciones, así que sólo podía ir con ellos a Venecia. Planeamos encontrarnos en Venecia justo el día que él se marchaba y de allí nos iríamos con su madre y la tía a Roma. La idea de ir al Vaticano me producía prurito pero me lo pidió como favor especial y accedí. Fuimos el día en que el Papa recibía a los visitantes en un enorme salón de actos. Allí bendecía a todas las personas y a todas las cosas. El autocar había hecho una parada previa a pocos metros del Vaticano para que los devotos compraran cosas sagradas añadiendo que también serían bendecidas por el Papa. Durante el proceso de bendición me entró una calentura inexplicable que no podía controlar. Tuve que salir del auditorio y buscar el lavabo más próximo donde me encerré y me masturbé justo en el momento en el que el Papa se encontraba bendiciendo a un equipo de baloncesto albanés que se había puesto en pie para recibir en todo su cuerpo las bendiciones del santo padre.

Secreto 6. Yo tenía ocho años, un hermano dos años mayor y una hermana cuatro años menor. A mi hermano le habían encargado un trabajo en miniatura y se le ocurrió hacer el interior de una casa en una caja de zapatos. Para ello necesitaba los complementos de unas pequeñas muñecas con las que mi hermana jugaba. Mi hermano terminó su casita y la dejó reposar para que se secara la cola que sujetaba los complementos a la caja. Una hora después, mis hermanos tuvieron una discusión y mi hermana se retiró airada a su cuarto para llorar. Entré para calmarla y le recordé que ella le había dejado los complementos para su trabajo, de lo que apenas se acordaba. Le dije que si se sentía muy herida debería quitárselos. Me dió la razón, salió de su cuarto y, cuando encontró la caja arrancó los silloncitos, la cocinita, los mueblecitos, todo y se los llevó a toda prisa entre sus brazos hasta su cuarto.
En cuanto mi hermano vio que por su caja-casita había pasado el Katrina, fue directamente a mi padre a decírselo. Yo estaba entonces con mi hermana en su cuarto. Ella ya no lloraba. La puerta se abrió de un fuerte manotazo. Era mi padre que iba a arremeter con furia contra el débil cuerpo de mi hermana. ¿Qué le has hecho a tu hermano?, le preguntó sin detenerse.
Como vi que la iba a pegar le dije que no había sido ella sino yo. Mi padre cambió entonces su rumbo y cuando llegó hasta mí me propinó un puñetazo en la cara que me tumbó al suelo. Una vez en el suelo empezó a patearme el estómago con tanta fuerza que si mi madre no le detiene me hubieran tenido que hospitalizar. Recuerdo que yo pensaba: Puñetazo, sí, ¿pero por qué patadas sin fin?
Siempre quedé yo como defensor de mi hermana y el secreto es que yo fui el que la incitó a hacerlo.

Secreto 7. En el restaurante espectáculo donde trabajaba en Chelsea teníamos un jefe colombiano que decía ser español pero parecía gitano. Los camareros en los Estados Unidos viven de las propinas, ese es practicamente la totalidad de su sueldo. El nos pagaba veinte dólares por noche y con las propinas nos íbamos con unos doscientos. Las propinas las metíamos dentro de un bote que había en la barra y él, a menudo, rondaba esa barra y, por ende, ese bote. Un día vi cómo nos robaba dinero de ahí pero no dije nada, sólo decidí robarle más de lo que él pudo habernos robado en el tiempo que llevaba trabajando allí. Empecé a falsear facturas, vender botellas de vino que no contabilizaba y a beber cervezas a escondidas hasta la borrachera (teníamos prohibido beber alcohol). La camarera con la que trabajaba no quiso participar hasta el día que vio con sus propios ojos cómo nos robó la propina de dos mesas. Iniciamos nuestra nueva carrera de ladrones y le cogimos tanto gusto que hasta nos divertía. Yo era el que burlaba la contabilidad y el cerebro de la operación. Ella me decía: Ostia, tú eres un ladrón inteligente. Con todo el follón de mesas y pedidos que teníamos en el salón ella sólo debía guardarse el dinero que yo le daba como “propina” y ella se lo guardaba en su mandil negro. Cada vez le daba fajos de billetes más gordos y le decía “propina” Ella, durante breves instantes dudaba, se sentía culpable y yo le repetía: propina. De vez en cuando me llevaba a la parte trasera del escenario y me decía: Tío, (era mexicana pero le gustaba hablar así), yo no puedo tener tanto dinero, vamos a repartir un poco…cien para ti, cien para mi, cien para ti, cien para mi…¡ahora sigamos! Cada día salíamos del trabajo con quinientos dólares, nos íbamos a tomar unas cervezas al bar irlandés, nos emborrachábamos más y nos íbamos a casa a eso de las cinco.
Pero un día su conciencia no le dejó continuar y dijo: Mira, yo no quiero seguir. Si quiere robarnos él que lo haga. Me siento mal haciendo esto, mi conciencia me lo recrimina. Y ya no lo hicimos más.

sábado, febrero 05, 2011

KINO

Todavía no he puesto nunca música. Estoy en contra del imperio de la música en inglés, por lo que toda lo que escucho es en cualquier otra lengua. Todos los países tienen sus grandes grupos. Estos generalmente no suelen promocionarse en el extranjero si no se someten al inglés.

Este es un grupo ruso de los ochenta llamado Kino.El líder de la banda, Viktor Tsoy murió de un accidente de coche en 1990. Esa es la versión oficial, lo que se cree es que fue asesinado porque sus letras resultaban muy incómodas para el régimen. Murió el día después de su cumpleaños. Para entonces ya se había convertido en una leyenda en Rusia.



Aquí he traducido la letra. Como veréis, hay alegorías al régimen soviético.

Una estrella llamada Sol

Nieve blanca, hielo gris
en la Tierra agrietada
como cubierta con retazos de edredón
hay una ciudad en una curva de la calle
y por encima de la ciudad nubes a la deriva
ocultando la luz del cielo,
y por encima de la ciudad, hay una niebla amarillenta,
la ciudad, durante dos mil años
vivió bajo la luz de una estrella
llamada Sol...

Y durante dos mil años hubo una guerra,
una guerra que no tenía razones particulares de ser
la guerra es una empresa joven
como la medicina lo es contra las arrugas.
Hay sangre, sangre roja
después de una hora, fue absorvida por la tierra,
después de dos horas crecieron flores y hierba
después de tres, la Tierra vivió de nuevo,
y fue calentada por los rayos de una estrella
llamada Sol...

Y sabemos que siempre ha sido así,
el destino ama a aquel
que vive de sus propias reglas,
el que muere joven...
El no recuerda las palabras sí o no
no recuerda filas ni nombres,
y puede alcanzar las estrellas,
sin darse cuenta de que fue un sueño
para caer muerto, quemado por una estrella
llamada Sol

APAGON DE LUZ


Desde que volví a este blog me dije a mí mismo que no hablaría de otra cosa que no fuera de literatura. Pero hoy tengo un nudo en el estómago y haré una excepción.

Estamos viviendo los últimos coletazos de nuestras libertades. Han generado pánico fomentando el supuesto terrorismo para que nosotros mismos seamos los que cedamos esta libertad a favor "del orden". Ya apenas quedan puestos de trabajo y el poco que hay está mal pagado. El dinero está desapareciendo de la circulación pero, sin embargo, los precios continúan subiendo. Somos casi cinco millones de parados en el país que tenemos que seguir pagando vivienda, contribución, impuestos, algunos hipoteca. Familias enteras pierden su casa por no poder pagar al banco. La criminalidad va en aumento, la mendicidad también. Ya no son criminales caprichosos los que delinquen, sino personas que necesitan mantener a sus familias y seguir adelante. Ya no es la maldad la que delinque, sino el hambre. Los gobiernos del mundo, los bancos o la élite que lo controla todo son los responsables de esta crisis organizada. Ellos son los creadores de la hambruna que vamos a vivir en los próximos años. Los países van cayendo, el pueblo se desespera y, mientras tanto, los ricos generan más fortuna para sus arcas. Son muchos ya los años que han vivido de nosotros, de nuestra sumisión y obediencia. Los griegos ya se levantaron, también los tunecinos, ahora los egipcios. No son casos aislados, no. No se trata del mundo árabe ni de algo que está muy lejano y ajeno a nosotros. Nosotros estamos siendo manipulados y esclavizados como lo han estado ellos. No se trata de Mubarak, ni de Zapatero o Rajoy, ellos no son más que títeres que sirven al mismo diablo. Italia se está convirtiendo en un hervidero con el gobierno de Berlusconi y ya han empezado las multitudinarias manifestaciones en India contra la corrupción. ¿Cuándo empezaremos nosotros? ¿Cuándo consideraremos que no debemos aguantar más? ¿Cuándo veremos que no se trata de un corrupto que gobierna un pueblo lejano sino de una élite que nos está quitando la vida y que sin nuestra colaboración no son nadie? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que el pueblo es el que debería tener las riendas del poder? ¿Es esto una democracia? Egipto, durante estos días nos ha demostrado lo fuertes que podemos llegar a ser. Empecemos a decir que no, no nos dejemos distraer por los temas basura que nos proponen los medios de comunicación. Los países, las banderas, los partidos de fútbol, la competitividad entre naciones, las guerras en las que nos han obligado a participar con el fin de matarnos unos a otros, todo eso no es más que manipulación. Somos un maravilloso planeta de diferentes culturas y, ante todo, somos personas que queremos vivir en paz y en libertad, cosas ambas que están despareciendo de la faz de la tierra. No existe España, Perú, Canadá, Bulgaria...ellos lo han hecho existir. Somos seres humanos con muchas cosas por compartir. No necesitamos que nos inoculen más odio. La vida es sólo un viaje, un viaje muy corto. De nosotros depende que sea un viaje placentero o la pesadilla que se avecina.

Podemos empezar a actuar contra los ladrones de Endesa.

APAGÓN GENERAL DÍA 15 DE FEBRERO

El DÍA 15 DE FEBRERO DÍA DEL CONSUMIDOR, apagón general de electricidad en los hogares españoles a las 22 horas en señal de protesta por la subida abusiva que ENDESA, IBERDROLA Y FENOSA han llevado a cabo en sus tarifas eléctricas.

La única forma que tenemos de luchar los consumidores contra estas practicas abusivas, es con medidas como esta por eso os convocamos a seguir esta iniciativa Que comenzara a las 22 horas y durara mínimo 5 minutos.

No dejemos que sigan abusando. Nosotros somos el poder.

viernes, febrero 04, 2011

Las montañas estrechas y lejanas


Agata me llamó llorando desde su casa en los Cárpatos. Me dejó este mensaje: "No puedo más, por favor, llámame. Al final se están cumpliendo tus predicciones: Me estoy volviendo loca" Mientras hablaba a través del contestador me pregunté por qué se fue a vivir a Bieszczady, por qué decidió llorar sobre mi número de teléfono y si realmente quería a Klimo, al que le había obligado a dejarse crecer el pelo para ocultar sus enormes orejas: "¿Te acuerdas que me dijiste que si no lograba ser actriz enloquecería? Pues bien, estoy enloqueciendo. Me siento muy mal, muy mal. ¿Dónde estás? Nunca te encuentro y estoy al borde del suicidio. Esta maldita casa me está matando. Y ahora sólo me falta el niño. ¿Quién me mandaría a mí tener un niño? Es monísimo, tienes que conocerle. A su edad ya sabe enroscar las botellas de agua. Su profesora ya nos dijo que es un niño muy inteligente para su edad. Tiene mis ojos, ¿sabes? Al pobre, lo que le espera en esta casa en las montañas. Klimo le adora, sí, pero no encuentra trabajo. Tampoco escribe. Hace cosas por internet pero yo sé tan poco de eso. ¿Por qué no me enseñas?" Me imaginé el cuello de Agata, acosado por venas azules a punto de reventar, ramificándose hasta el mentón como los tentáculos de un alienígena. "¿La solución? No sé cuál es la solución. Pensé que sería la bacteria en el estómago o que soy alérgica al gluten. Lo he probado todos los remedios naturales de oriente, he visitado a los mejores acupuntores de Varsovia y hasta me apunté a un curso de Feng Shui. El profesor no se soprendió nada cuando vio los planos de nuestro jardín. ¡Hace bajada! ¿Sabes lo que significa eso? ¡Que el dinero se nos va montaña abajo! Pero, claro, no tenemos dinero para que lo arreglen. Tiene que estar plano, ¿entiendes? Luego la entrada. La entrada, que debería ser lo más importante porque representa la entrada de ingresos y es lo que peor está. ¡Una maldita verja! A través de una verja pasa una mano, dirás, sí, pero no es lo conveniente. O sea, que la entrada fatal y la salida peor, ya ves tú. Me dieron el teléfono de una mujer que hace Feng Shui en plan profesional. Le mandé los planos de la casa, jardín incluído. Como precio especial me lo deja en 2.300 zloty. ¿De dónde sacamos eso? ¿Y cómo le digo yo a Klimo que vamos a cambiar la casa si no es capaz ni de cambiar la bombilla del vestidor? Para mí es esencial el vestidor. Pues no la cambia y no la cambia. Por favor, llámame, ¿estás ahí? Tenemos que hacer algo, un blog, youtube, algo. A ver, mis filmaciones, ¿dónde se pueden poner? O podemos filmar algo...yo tengo un cuento...¿qué es eso de youtube? ¿Se pone y ya está? Es una lástima que con el talento que tenemos lo estemos desperdiciando. Tengo una grabación que me gustaría aprovechar. Es un musical. Quizás se te ocurra algo, una historia o qué sé yo en la que me ponga a bailar. También hago de Rita Hayworth en Gilda. Tengo una amiga que le está yendo muy bien haciendo de Marilyn para empresas y colegios. Yo soy más Rita Hayworth por los rizos y todo eso pero el caso es hacer algo. O, mira, a malas escribes una obra y la representamos por los mercados. Tengo un amigo que tiene una parada...Llámame y hablamos de eso, ¿te apetece? No puedes estar recluído toda la vida. ¿Qué es un blog?, ábreme uno...¿el tuyo cómo es?, ¿de qué sirve?...Mañana tengo que bajar a la ciudad con el niño, vamos a un casting, podríamos vernos y planear algo. Te va a encantar el niño pero ahora tengo que colgar porque me estoy ahogando, no puedo más...es como dijiste, sí, igualito...¿por qué no te hice caso? La locura, Dios mío, qué mala es...y es que yo soy actriz, no teleoperadora, ¿entiendes? Estaré en casa todo el día, llámame en cuanto puedas."

La llamé al cabo de dos horas que empleé en observar las cosas tranquilas que tengo alrededor. Todo estaba en calma hasta que se disparó el contestador, se puso a llorar para después devolverme a la calma de nuevo. Marqué su número y contestó sin llorar. Al ver que era yo estalló de nuevo. Contestó con la voz normal porque no pensaba llorar con todo el mundo. Nuestra mente selecciona y margina. Nuestros estados de ánimo también. Somos muchas personas. La persona que da vida a Agata para mí se lamenta, se autodestruye y se desmorona.

- He oído tu mensaje.

- Estoy muy mal, muy mal.

- ¿Ya se te pasó la crisis?

- ¿La crisis? ¿Cómo puedes ser tan superficial?

- ¿No es una crisis?

- Lo dices como si fuera algo sin importancia o algo pasajero. Llevo años así y ahora estoy en el borde.

- Tiene pinta de crisis pero, no sé, piensa en cómo salir de ahí.

- Tenemos que hacer algo, ¿has escuchado todo el mensaje? A ver, youtube, mi amiga tiene uno, ¿qué es youtube? ¿qué se puede hacer con el cuento que tengo grabado? Es de niños y salgo yo con unas alitas porque hago de hada, ¿entiendes? ¡De hada! -empieza a llorar- ¿Cómo voy a hacer de hada si sólo con pensar en echar a volar me dan vértigos?

- Los niños no saben de eso. Les dices que eres un hada y se lo creen.

- ¡Pero yo no! -fin del llanto- ¿Qué es eso del blog?

- Es un sitio donde escribes cosas.

- Escribir, sí, ya sé, ¿puedo poner mi currículum y que me llamen?

- Así de repente...Puedes ponerlo, claro, pero la idea es subir algo con cierta frecuencia.

- Lo subo todos los días si es necesario. Yo no entiendo mucho de internet. Hice un curso muy básico. Dame tu página, ¿cómo se busca?

- Ve a google y escribe Romek.

- ¿Y ya está?

- Escríbelo.

- Ro...m...e...q

- Con K

- Ah, Ro...k...

- No, ahí M

- Espera...Rom...¿ahora una E?

- Sí, E y después K

- Romek, ya está...(leyendo) Químicos y productos Romek.

- Sigue leyendo, obviamente ese no es.

- Sistema químico fotográfico...tampoco es, claro...Made in Romek...

- Ese es.

- (leyendo) este, siempre de acuerdo con el Eter o Romek que todo lo impregna en Katowice...¿qué coño es esto?

- Soy yo, dale ahí.

- ¿Hago un click ahí, quieres decir?

- Sí, dale

- Sale una página negra que dice Made in...

- Ese es mi blog.

- Espera...(leyendo) Romek Dubczek, Wojkowice, Zabl...Zablebie Dabr...Dabrowskie. Poland...No entiendo nada...A ver, y aquí hay un texto...Qué corto, ¿eso es todo?

- Debajo del texto hay otro. Cada día hay uno nuevo.

- Pues algo así quiero. Mira, mañana voy a ir a la ciudad con el niño. Vamos a un casting. Podemos encontrarnos en el centro comercial de Sadyba, ¿te va bien? O si quieres nos vemos en la entrada que da a la calle Powsinska.

- ¿A qué hora?

- Por la mañana, a eso de las diez.

- Prefiero a las once. A las diez todavía todo es inhóspito.

- Lo pones muy difícil. Mira, si vamos a tener que encontrarnos tres veces a la semana tendrás que acostumbrarte a salir por las mañanas...A las once, está bien. Cuando estés por aquí me llamas y bajo. Te encantará el niño, ya verás. ¿Oiste lo de las botellas? Las enrosca él solo.

- A ver si es la reencarnación de alguien que trabajó en la cinta de una fábrica.

- Mañana hablaremos de todo esto.

- Está bien.

Así que mañana sábado, a las once de la mañana, estaré con Agata planeando algo. Seguramente el niño es muy mono y enrosque botellas delante de mí. Lo dudo. Nos cuesta demostrar nuestras habilidades en público.

jueves, febrero 03, 2011

Faizad está vivo, quizás coleando


Maté a Faizad con un palo de críquet. Después lo enterré en el bosque. Supe que lo había enterrado pero de los dos golpes que le aticé y su cara de sorpresa pasé a ver su entierro.
No tuve ningún complejo de culpa, lo único que me preocupaba es que en la casa, un oficial estaba preguntando cosas y yo tenía miedo de entrar. Sin embargo, cuando de repente me vi en Nueva York, el arrepentimiento me carcomía. Empecé a sentirme mal por haberlo cometido e intentaba consolarme por el hecho de que si no hubiera muerto por los garrotazos lo hubiera hecho por las dos dosis de matarratas que le había puesto en la infusión. Aún así, el complejo de culpa seguía martirizándome. El complejo de culpa me decía que el matarratas no le hubiera matado. Como máximo le hubiera dado un corte de digestión.
El sueño era muy real, tanto que al pasar a una fase más consciente me sorprendió el que no constase en el archivo de mis recuerdos de vela que Faizad hubiese muerto y mucho menos por mi culpa. ¿Quién mató a Faizad?
Curiosamente me despertó el teléfono y aún más curiosamente, era Faizad. Me alegré tanto de que siguiera vivo que se sorprendió:
- Parece que no hayas oído mi voz en meses.
Seguramente en el sueño me empezaron los complejos de culpa después de unos meses de haberle matado con un palo de críquet, con lo que Faizad no estaba nada desencaminado.

miércoles, febrero 02, 2011

Un muerto más o menos


Mi padre no tardó en morir de cirrosis hepática. Era la muerte más común entre los clientes del bar de la esquina. Se puso amarillo y dejó de hablar. Yo, por si acaso, no le hacía muchas preguntas. Evitaba su trato. Ese tono amarillento que le estaba coloreando me daba miedo. Parecía uno de esos personajes televisivos de la programación infantil vespertina a los que se les atribuye características humanas en cuanto a sentimientos, lenguaje y gestos, pero que, por otro lado, tienen caras y cuerpos diferentes y son rojos, azules, verdes...o amarillos.

Mi padre empezó a tomar muchas pastillas, a dormir más y a fumar menos. Se contaba los cigarrillos y se enorgullecía de haber sido capaz de pasar de veinticinco a catorce. El se numeraba los cigarrillos y yo contaba los días que le quedaban de vida. Una vez ya no estuviera en casa todo cambiaría. Tendríamos unos días de transición en los que nos sentiríamos un poco extraños pero después, inevitablemente, llegaría la democracia. Mientras tanto, él contaba cigarrillos y yo días. En el primer telediario se había fumado cinco, en el segundo diez, en el tercero trece...Y se iba a dormir para no llegar a catorce.
Mi padre huía de la muerte pero la muerte quería a mi padre, lo tenía apuntado en su lista y ya no faltaría poco para que se lo llevara a empujones al infierno (quien dice infierno dice lugar de angustia donde las almas son torturadas por toda la eternidad sin tregua ni descanso que, para el caso es lo mismo)

En el funeral nos encontramos con la familia, esa que te vas encontrando a lo largo de tu vida en bautizos, bodas y entierros y que son el único decorado de mierda que no falta a un evento. Ahí estaba la tía Michalina, que había ido a la peluquería el día anterior porque, si bien asistía al evento para mostrar su dolor, creyó oportuno que el dolor se manifestase a través de sus mechas. También se había presentado la señora Truman que como tenía cáncer de pecho se paseaba entre los presentes con la mirada asustada, asimilando un público que pronto volvería a reunirse con motivo de su muerte.

El resto, los "vivos de toda la vida", eran personas que todavia no tenían más que una subidita de presion, un poco de colesterol o un tumor benigno. Las personas sanas encontraron un motivo digno por el cual reunirse y hacer sociedad porque convenía no estar siempre encerrado en casa.

De vez en cuando se hablaba del difunto y se ponían caras de aflicción, caras que se parecían mucho entre sí, como si los asistentes no tuvieran nada mejor que hacer que copiarse unos a otros. Los que no eran familiares directos hablaban discretamente de otras cosas, de la vida de los demás generalmente, de si seguían viviendo en el mismo sitio o de si este o el otro vecino había ya muerto, de lo alto que estaba Klemens, de qué tal se encontraba la esposa de Hipolit y de si seguía emperrada en adoptar niños de países extranjeros. No faltaban las críticas de alguien ausente, desvinculado de la muerte que les había reunido. Criticar a una persona que no está viene bien para sentirse más a gusto dentro del grupito. La crítica arroba y calienta como una manta durante la siesta.

A mi padre, sólo se le citó como protagonista absoluto en la misa, donde el sacerdote, al no conocer al difunto hablaba de él como si se tratara de uno de los angelicales niños del coro, de pieles tersas, rollizas y desnudas, donde más de una vez en la sacristía, había depositado un beso de cariño universal con una dosis deseo carnal y amor imposible.

El cura, que vestía de negro (a pesar del alba blanca que se visten para la ocasión) porque es el color de la iglesia, enfatizaba las palabras bonitas, las lanzaba desde el púlpito para que flotaran en la atmósfera como lánguidas caricias de Dios. Sin embargo, esos elogios a mi padre nos llegaban con una fuerza arrebatadora con el fin de arañarnos el alma. El orador las acompañaba con gestos afectados que ya había utilizado antes para reprender a algún penitente y que servían a muchos propósitos. Me pregunté por qué había tan pocos gestos en el repertorio humano y sentí cierta náusea hacia la liturgia.

Cuando todo terminó y llegamos a casa, el perro nos saludó agitando la cola frenéticamente. Se encontraba feliz, como todos nosotros. Era consciente de que esa transición nos traería la democracia, la alegría y la libertad. Los animales se dan el gusto de expresar abiertamente lo que sienten y tal vez los queremos porque demuestran lo que nosotros, por pose o incapacidad, somos incapaces de demostrar.

martes, febrero 01, 2011

LA POLONIZACION DE ROSA


IMAGEN DISEÑADA POR EL ILUSTRE ANTWATERS CON LA COLABORACION DESINTERESADA DE LA MISMA ROZA BOGUSLAWA.

Roza Boguslawa Grybowski no pertenece a ninguna ciudad específica porque siempre fue una nómada guerrera. Su espada poética cortaba cabezas con sólo dos versos. Todos los reyes y príncipes de Polonia se disputaban sus servicios (de guerra, Roza boguslawa era de todo menos una fresca) Luchó a favor del reino de Bialystok contra la República de Theodor El Magnánimo. Theodor podría guardarle un poco de rencor pero el presidente de la República desconocía cualquier sentimiento de baja frecuencia que pudiera ensuciar la nobleza de sus leyes y aceptó de buen grado su deportación a las profundas regiones de Zablebie Dabrowskie. Es más, cuando Roza Boguslawa cayó en desgracia por haberse enamorado de la Infanta de Warsaw y haber tenido una noche de desenfreno y lujuria en la torre más alta del palacio real, tuvo que buscar amparo en la ciudad-estado de Katowice, donde, para su sorpresa, se encontró con el ex-presidente de Biala Podlaska. Este, siempre de acuerdo con el éter o Romek que todo lo impregna en Katowice, puso a su disposición un ejército de soldados para que protegieran la ciudad de los malignos hombres homofóbicos de Opole, bellos monstruos que andan siempre desocupados rascándose el culo y escupiendo.
Entre los poderes divinos de Roza Boguslawa se encuentra el de poder destruir mentes humanas con sólo un verso. Materializar vocales afiladas y convertirlas en armas de combate. Aparecer y desaparecer a voluntad, atravesar tabiques (paredes maestras no) y enamorar a quien le apetezca siempre y cuando la víctima ceda a una conversación pues es a través de la palabra que Boguslawa entra en las almas humanas.
Es preciso no confundir el poder destructivo de Roza Boguslawa con el poder mortal, que es más el terreno de Oliwia Berlinski. Roza puede derrotar pero nunca matar. Tiene los poderes de la luz: ciega pero no aniquila. Obnubila pero no enloquece.

Ahora, el Eter de Wojkowice invoca a la que fue Rosa para que asimile su nueva polonización. Brindamos a su salud y que continúe la prosa.